Alocución de D. José Alberto Fernández ante la Sagrada Imagen de Jesús de la Humildad y Soledad de Nuestra Señora con su Cofradía a su llegada a la Catedral el Martes Santo.
Del Evangelio según San Marcos: “Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia alrededor de él, entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo, luego tejieron una corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano y doblando la rodilla delante de él se burlaban diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!, y escupiéndole le quitaron la caña y con ella le golpeaban la cabeza”.
Señor Jesús, concédenos la humildad necesaria para seguir tu camino de caridad, enséñanos a rechazar cualquier componenda y cualquier servilismo con la injusticia y con la mentira. Danos tu luz a todos nosotros, Tú que diste tu sangre como precio por nuestra libertad. A ti, Jesús, el condenado inocente, la alabanza pura y agradecida junto con el Padre y el Espíritu, en el tiempo y en la eternidad.
Padrenuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
D. José Alberto Fernández
Ecónomo diocesano