El pasado sábado concluía el novenario que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores celebra cada año en tiempo de Cuaresma. Este año el predicador que la Cofradía eligió fue el sacerdote diocesano, y recientemente nombrado Presidente de la Fundación Mensajeros de la Paz, D. Julio Millán. Sin embargo, el último día del novenario fue el Obispo de la Diócesis, Don Amadeo Rodríguez Magro el encargado de poner el cierre a estos nueve días de devoción y oración en torno a la figura del Jesús de los Descalzos.
Las imágenes de Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores y San Juan presidía el presbiterio de un Camarín repleto de fieles, que quisieron participar en la Eucaristía presidida por el Obispo de Jaén, quien estuvo acompañado del capellán de la Cofradía, D. Antonio Aranda y del sacerdote D. Julio Millán.
Los primeros bancos estaban ocupados, además de por los miembros de la Junta de Gobierno de la Antigua, Insigne y Real Cofradía, con su Hermano Mayor a la cabeza, D. Ricardo Cobo López, por autoridades civiles y militares, como la Subdelegada del Gobierno, Dª Francisca Molina, el comisario jefe provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Jaén, D. Jesús Herranz y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Jaén, el teniente coronel D. Luis Ortega Carmona.
Durante su homilía, el Obispo del Santo Reino quiso incidir en la idea de que «La Santa Madre Iglesia en este tiempo de Cuaresma, vamos escuchando cada domingo en el Evangelio la Palabra de Dios que nos sitúa en un itinerario de fe y de vida, que nos recuerda quiénes somos y que nos pone en lo esencial, y ante la esencia misma de nuestra vida cristiana: nos sitúa ante nuestro bautismo, centro de nuestra fe y fuente de nuestra vida cristiana». Del mismo modo, el Prelado jiennense habló de ese diálogo de fe entre Cristo y Marta, la hermana de Lázaro. «En ese diálogo de fe se descubre la persona de Jesús , llega a descubrir que Cristo es el Hijo de Dios y que es la resurrección y la vida. Dios siempre está y acompaña nuestra vida». Para concluir diciendo, «La confesión de fe que hoy se nos pide es que todos repitamos «creo en la resurrección de los muertos».
Las ofrendas fueron presentadas ante el altar por la Vicehermana, el Administrador y el Secretario de la Cofradía.
La celebración eucarística estuvo acompañada por las voces de Xauén Lírica.
Al concluir la celebración eucarística se expuso el Santísimo para su adoración y el rezo propio de la Novena que cada año congrega en el Camarín de Jesús a cientos de jiennenses.
