Fiel a la cita, 7 de la tarde, en la Plaza del Ayuntamiento de Linares, volvió a manifestarse el Círculo de Silencio.
Unas 70 personas, mas viandantes que se detenían y luego se quedaban, unieron su silencio para denunciar las políticas europeas que violan derechos humanos de inmigrantes y refugiados, vallas que ahogan sueños de libertad y vida digna.
Silencio que se agranda para descubrir las muertes de niños y mayores que las olas nos dicen y los gobiernos callan.
Silencios que repiten, con la canción de Fito Páez que se oye de fondo, “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón…” por tanta sangre, por tantos sueños sepultados en el fondo de los mares; aquí, en el corazón de Linares, se ponen de pie los silencios y, de tanto en tanto, dicen frases, que son gritos de denuncia: “Cinco mil inmigrantes en el año 2016 han muerto en el Mediterráneo” “Devoluciones en caliente ilegales, son una vergüenza”. “España, su gobierno, incumple las promesas de acoger refugiados”. Después, dos integrantes del Círculo leen un comunicado donde queda patente la indignidad de los gobiernos por su actuación ante inmigrantes y refugiados.
A las 7:30 el Círculo de silencio se conjura para volver de nuevo, entretanto los derechos de los más débiles no ser reconozcan.
Mientras la policía local quita las señales para que la circulación se reanude, se sigue oyendo en medio del ruido la voz de los silencios que repite como un eco: “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón…