La Comunidad Católica Shalom celebró en Ogíjares del 4 al 6 de noviembre el retiro «Todo en mi vida cambió», un evento que invita a los jóvenes a tener una experiencia con Cristo Resucitado combinando diversión con momentos de oración y adoración. Para la celebración eucaristíca estuvieron presentes en el retiro el Vicario General, D. Francisco Espigares y el Delegado de Pastoral Universitaria, D. José Antonio Villena.
La juventud Shalom de Granada se congregó en la casa de las religiosas dominicas en Ogíjares para celebrar el retiro «Todo en mi vida cambió», una experiencia carismática en la que los jóvenes pudieron tener un encuentro personal con Cristo a lo largo de tres días de alegría y convivencia en los que pudieron disfrutar de momentos de diversión con música, danza, yincanas, juegos y charlas, además de oración y adoración.
Las charlas y oraciones siguieron un itinerario kerigmático de conocimiento del amor de Dios y de crecimiento en los dones del Espíritu teniendo como temáticas: el amor de Dios, pecado y salvación, el Señorío de Cristo, la promesa del Padre y en la parte final, la recepción de dones y carismas con la Efusión del Espíritu.
El retiro contó con la presencia tanto de jóvenes de la diócesis de Granada como de juventud internacional llegada de otros países como Brasil, República Dominicana o Polonia. «Me impresionó mucho la alegría con la que vivimos esta experiencia, es muy importante para mi haber tenido tiempo para rezar y estar con Dios y a la vez divertirme. Para mí lo mejor de este retiro ha sido la celebración de la eucaristía y las oraciones, gracias a ello me he encontrado con el Señor», afirmó Marzena Wójcicka, joven polaca de 25 años que se encuentra en nuestra diócesis viviendo una etapa como misionera en la misión Shalom de Granada.
«Todo en mi vida cambió» dio también la oportunidad a los jóvenes que así lo deseasen de ofrecerse para servir en la preparación y atención de los asistentes al retiro trabajando desde diversas tareas y ministerios, como por ejemplo el de oración e intercesión: «servir en el ministerio de intercesión, estando con el Señor en adoración o rezando el Rosario me ha ayudado mucho a recuperar mi confianza en Dios y a recordar la importancia de mi amistad e intimidad con él», resaltó el joven granadino, Rubén Sánchez.
