‘11 vida en 11 maletas’, ponerle nombre a las cifras de refugiados

Archidiócesis de Sevilla
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Cáritas colabora –entre otras entidades- con la exposición ‘11 vidas en 11 maletas’ que ha organizado la Fundación del Consejo General de la Abogacía. La muestra, que ya ha sido vista en Salamanca y Madrid, estará en Sevilla hasta el 31 de octubre, en el Colegio de Abogados (c/ Chapineros), en horario ininterrumpido de nueve de la mañana a nueve de la noche, y que tiene previsto recorrer los Colegios de Abogados de toda España.

La exposición pretende sensibilizar ante el drama de la inmigración a causa de la guerra, la violencia o la persecución a través de once equipajes que contienen once historias de refugiados. Muchos son de Siria, pero también hay testimonios de un niño iraquí, una joven de República Centro Africana, un chico de Malí, una mujer de Somalia, y otros dos jóvenes, uno de Marruecos y otro de Camerún. La exhibición, además, da a conocer la experiencia de una española que emigró a Francia con su familia huyendo de la Guerra Civil. Con esta última maleta los organizadores buscan recordar que un día los españoles fueron los refugiados y vivieron la realidad que hoy viven 65 millones de personas. “La obligación de los gobiernos es proteger a estas personas y la de la Abogacía, defenderlas y denunciar cuantas vulneraciones se produzcan –aseguran desde la fundación organizadora. La de todos, como ciudadanos, es tratarles como lo que son: hombres y mujeres que han nacido libres e iguales a nosotros”.

En cada maleta se incluye una imagen de los protagonistas, un mapa con el recorrido que han hecho, un objeto ilustrativo de su historia y dibujos de niños o de ilustradoras. Junto a las once maletas con la historia de los protagonistas, figura la maleta de la Abogacía Española, la maleta de los Derechos, que contiene ejemplares de la Declaración Universal de Derechos Humanos para que los visitantes puedan llevárselos, conocerlos y difundirlos.

Por último, en la exposición se anima a los visitantes a dejar su mensaje en la ‘valle de la vergüenza’, una alambrada que imita los muros –físicos o no- que encuentran millones de personas en las fronteras de Europa.

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