Mons. Javier Martínez celebró ayer la Eucaristía en Inmaculada Niña y se reunió con el equipo de Liturgia y de Cáritas con motivo de la visita pastoral que está realizando estos días en la parroquia.
El Arzobispo de Granada celebró ayer la Santa Misa con los fieles de Inmaculada Niña y con los miembros del equipo de Liturgia y de Cáritas parroquial, en su segundo día de la visita pastoral que está realizando estos días a esta parroquia.
Al inicio de la Eucaristía, Mons. Javier Martínez invitó a los fieles a ofrecer la Eucaristía por la evangelización de los pueblos, con motivo de la Campaña del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) e hizo una oración con esa intención.
En la homilía, nuestro Arzobispo habló del don del amor que nos tiene Dios a todos y a cada uno de nosotros como hijos: «La damos gracias por esa elección antes de que existieran las pléyades y las galaxias y las constelaciones, antes de que existieran todas esas inmensidades, el Señor me tenía a mí delante de sus ojos, nos tenía a nosotros delante de sus ojos. Nos ha amado, lo digo también con palabras de San Juan Pablo II: «El ser humano es la única criatura que Dios ama por sí misma, es decir, porque eres tú, como un padre ama a sus hijos, como una madre ama a sus hijos. No nos ama en abstracto, en general o así, no, te ama a ti porque tú eres mío. Dios nos ama así, y nos ama así desde toda la eternidad. ¿Cómo no dar gracias? ¿Cómo no vivir agradecidos y contentos?».
CELEBRACIÓN NUPCIAL
Asimismo, el Arzobispo explicó a los fieles de Inmaculada Niña que Dios se une a nosotros en cada Eucaristía, y habló de los Sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía como celebraciones nupciales: «Dios nos ha elegido a cada uno antes de la Creación del mundo, cuando se confirma, el Bautismo también es nupcial, ¿eh? Bautismo, Confirmación y Eucaristía son celebraciones nupciales. La plenitud de todo es la Eucaristía, pero en el Bautismo, ese vestidito blanco que se pone a los niños después de bautizar, que a veces no es más que un purificador de los que usamos en la Eucaristía, eso es un recuerdo de la vestidura blanca con que los cristianos en los primeros siglos se revestían después de bautizarse, y de ahí viene el vestido de las novias, y de ahí viene el vestido de Primera Comunión de las niñas. Y hasta la corona de flores o la diadema es la que solían llevar las novias y que llevaban por ejemplo las monjas en el momento de su profesión, estaba recogida también porque en el Bautismo se vestían de blanco y se coronaban de flores, se ponían una corono de flores en la cabeza.
Dios mío, esa es la experiencia cristiana, somos amados de tal manera que desde antes de la fundación del mundo, el Señor me ha elegido. Y en la Confirmación yo les explico que la imposición de las manos es verdad que es la transmisión de un poder, de la vida de Cristo, de la fuerza del Espíritu de Cristo, del Espíritu Santo».
CHARLA CON LOS VOLUNTARIOS DE CÁRITAS
D. Javier Martínez se sentó a charlar con los voluntarios de Cáritas parroquial y con los miembros del equipo de Liturgia tras la celebración de la Eucaristía.
Tras una breve presentación personal de todos los asistentes, el Arzobispo trató con ellos temas de Cáritas, haciendo hincapié en saber las necesidades de las familias del barrio y del entorno de la iglesia Inmaculada Niña, y pidió a los presentes que le hablaran de sus experiencias en la parroquia.
COLEGIO INMACULADA NIÑA
El Arzobispo visitó en la mañana del jueves, 13 de octubre, el Colegio Inmaculada Niña, vinculado a la parroquia y atendido por la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña.
La visita pastoral del Arzobispo a la parroquia y al colegio de Inmaculada Niña continuará en los próximos días.
Rosa Die Alcolea
