En septiembre la Pastoral del Sordo de nuestra Diócesis cumplió su primer año. Es una pastoral muy específica y también muy desconocida. Destinada a las personas con discapacidad auditiva su objetivo es sobre todo hacerles accesible el evangelio y acercarles los sacramentos ayudándoles a crecer en su fe construyendo comunidad. Para comprender un poco más el mundo de la sordera sólo hay que ponerse en su lugar echando un poco de imaginación. Si llegásemos a un país donde hablan otro idioma y no entendiéramos a los demás o recibiésemos la información incompleta sin que nadie nos ayudase a mejorar esta situación lo más normal es que nos diéramos por vencidos y nos aislásemos. Seguramente no participaríamos en reuniones donde nadie hiciera un esfuerzo por entendernos, porque aunque nuestro interés por saber lo que allí se cuece fuese muy grande acabaríamos cansándonos. Eso es lo que les ha pasado a las personas sordas adultas cuando han querido acercarse a nuestra Iglesia a participar y no ha habido nadie que las entienda. Y esta situación no se ha dado por mala voluntad, sino por desconocimiento. El mundo del sordo es un mundo silencioso pero muy visual, ellos aprenden a través de la vista y por eso necesitan el apoyo de la Lengua de Signos y de los medios audiovisuales. Es su idioma por excelencia, su lengua materna. Y aunque muchos de ellos al tener un resto de audición le sacan el máximo partido utilizando audífonos necesitan siempre apoyarse en su sentido más agudo, la vista. Ya hace un año D. Germán García, párroco de Cortijos Nuevos, tuvo un acercamiento a este mundo que le interpeló. Llevando esta inquietud ante nuestro anterior obispo, D. Ramón del Hoyo, fue nombrado Delegado de esta pastoral. A partir de ese momento personas conocedoras de este mundo como María Maroto, hipocúsica y miembro de la asociación de sordos de Jaén APROSOJA, así como familiares y amigos de personas sordas, empezamos a dar los primeros pasos con nuestro delegado. Para esto nos reunimos el último viernes de cada mes en nuestro Seminario Diocesano compartiendo la amistad, la marcha de nuestra pastoral y la Eucaristía. Siempre tenemos el apoyo incondicional de varios intérpretes de la Lengua de Signos para romper las barreras de comunicación. Este año hemos realizado varias salidas juntos: peregrinamos a la Virgen de la Cabeza (acompañados por miembros de la Pastoral del Sordo de Granada), excursión a la sierra de Segura, campamento en Cortijos Nuevos, Encuentro Nacional de la Pastoral del Sordo en Aracena (Huelva)… Participamos en la Pastoral a nivel nacional aprendiendo del camino andado desde hace años por otras diócesis con el apoyo de muchos sacerdotes oyentes que manejan la Lengua de Signos así como de sacerdotes sordos interesados por apoyar en su camino de fe a personas con su misma discapacidad. Hemos participado en la acogida de nuestro nuevo obispo D. Amadeo Rodríguez en la catedral y este nuevo curso lo iniciamos con la ilusión de formar un grupo de formación en la fe para los adultos, muchos de ellos quieren confirmarse así como iniciar la catequesis de niños. Una meta para este año es tener una eucaristía interpretada semanalmente en Jaén donde las personas sordas puedan participar e integrarse. Son muchos los objetivos que tenemos por delante. Sólo tenemos un año recién cumplido y nuestros pasos son inseguros aunque queremos llegar lejos, ya empezamos el camino y queda mucho por delante.
Os animamos a todos los que conocéis en vuestros barrios, pueblos y parroquias a personas sordas a que los acojáis con cariño y les hagáis llegar la información de que existe una Pastoral para ellos: que habla su idioma, que los entiende porque vive las misma problemática y que les abre las puertas de nuestra Iglesia en este año de la Misericordia.