El pasado sábado, 8 de octubre, se celebraba Jubileo de la Pastoral de la Salud.
La celebración comenzaba a las 17.45 horas en la iglesia del Sagrario con la lectura del Evangelio y un fragmento de la Bula del Papa Francisco, con la que convocaba el Año de la Misericordia.
A continuación, los miembros de la Pastoral de la Salud, los enfermos, los discapacitados, los familiares y el personal sanitario, encabezados por el Sr. Obispo, D. Amadeo Rodríguez Magro, recorrieron en procesión la lonja de la Catedral hasta la Puerta de la Misericordia.
Así, a las 18 horas comenzaba la Eucaristía en la S.I. Catedral.
“Jesús dedicó su tiempo, más que a nadie, a los enfermos. Por tanto, lo que estamos haciendo hoy es recordar que somos predilectos del Señor. Que el enfermo está en el centro mismo del corazón de Cristo, de su corazón amoroso y saludable. Y estamos recordando, también, que tenemos que estar en el centro mismo de la Iglesia. En este jubileo que estamos celebrando venimos a pedir para nosotros, pero también para todas aquellas personas que conocemos y amamos. Venimos a pedir la salud en la enfermedad espiritual, pero también la salud en la enfermedad física”, aseguraba el Sr. Obispo durante su homilía.
“Que en esta peregrinación cada uno de nosotros salgamos con el propósito, con el que venimos siempre en este Año de la Misericordia, de ser misericordiosos como el Padre; de poner la misericordia de Cristo a favor de los demás, en este caso a favor de los enfermos; y de saber mirar a nuestro alrededor como María, a la que decimos que tiene esos ojos misericordiosos, que sabe mirar siempre con misericordia a nuestros hermanos necesitados en su salud”, finalizaba Monseñor Rodríguez Magro.
La Eucaristía culminaba con la oración del Año Jubilar de la Misericordia.