Un año más el Seminario metropolitano ha facilitado que varios de sus seminaristas vivan una experiencia pastoral en el extranjero durante el verano, concretamente en Inglaterra. Tres han sido los destinos escogidos y seis los seminaristas: Leeds, donde han vivido Jesús Espinar (2º curso) y José Antonio de la Maza (4º curso); Pedro Elena (3º) y Javier Sancho (2º) fueron acogidos en Birmingham, mientras que Welwyn Garden City, un pueblo a 30 kilómetros de Londres, fue el hogar de Alfonso Pascual (4º) y Francisco Trigo (3º) durante el mes de julio. El inglés sólo ha sido una excusa para disfrutar de un periodo de aprendizaje y dar testimonio de la fe de nuestros seminaristas.
Los seminaristas sevillanos coinciden en que ésta ha sido una experiencia en la que no sólo han aprendido inglés, sino que han conocido “otras realidades con necesidades distintas y nos ha ayudado a valorar la vocación que hemos recibido”, en palabras de Espinar.
Todos, sin excepción, destacan la espiritualidad del pueblo católico inglés. En un país donde la fe mayoritaria es la anglicana, existen también comunidades cristianas protestantes, ortodoxas, mormones, árabes cristianos, baptistas y cuáqueras. Así como una gran cantidad de religiones no cristianas (musulmanes, hindúes, sijes, budistas y judíos). El catolicismo es, por tanto, una minoría, por lo que, como explica José Antonio de la Maza, “si no se tiene cuidado se puede perder la autenticidad de la fe católica”. Por su parte, Francisco Trigo destaca cómo la liturgia y la música de las celebraciones son especialmente cuidadas. “Tienen una conciencia de su identidad católica más fuerte que la nuestra y tienden a afirmar con fuerza los elementos que nos distinguen de otras confesiones cristianas”, añade Pascual. En esta misma línea opina Pedro Elena, quien asegura que “hay pocos católicos de medias tintas”. Reconocen que estos testimonios les han impactado, por lo que animan a rezar por estas pequeñas comunidades para que “se mantengan firmes y dispuestas a anunciar el Evangelio en terrenos tan difíciles”.
Una experiencia de servicio
Cuatro de los seis seminaristas (en Leeds y Birmingham) han desarrollado su labor en residencias de ancianos gestionadas por las Hermanitas de los Pobres. “Hemos colaborado con las enfermeras y auxiliares a dar de comer a los residentes y otras pequeñas labores como afeitar a los hombres, dar paseos con ellos, etc. -explica Javier Sancho-. Y tener la suerte de convivir y poder tomar un té tranquilamente mientras un abuelito se esfuerza en hablar despacio su idioma para que un joven extranjero lo entienda, es de las cosas más sencillas y bonitas que se pueden vivir en un viaje como éste”. Además, también tuvieron ocasión de visitar localidades cercanas, ir al museo, a mercados e, incluso, de la Maza y Espinar pudieron acolitar en algunos actos de la Catedral católica de la zona.Fran Trigo y Alfonso Pascual y Father Norbert
Por su parte, Alfonso Pascual y Francisco Trigo fueron acogidos por el Father Norbert, al que acompañaban en su vida diaria: “íbamos a la parroquia a celebrar la Eucaristía, visitábamos los colegios de l os que era capellán, o a los feligreses. También participábamos en otras actividades pastorales como encuentros de jóvenes, reuniones con sacerdotes, encuentros ecuménicos, encuentros diocesanos, convivencias parroquiales, actividades de caridad, etc.”, recuerda Pascual. Sin embargo, lo más positivo para estos seminaristas fueron las charlas al finalizar el día con el sacerdote inglés, en las que narraban sus experiencias y preguntaban sus dudas. Según Trigo, “sólo podemos estar agradecidos al Father Norbert por su atención y acogida”.
Una apuesta por Jesús
Cada uno de estos jóvenes ha llegado hasta aquí por caminos muy diferentes, pero les une una fe común y la certeza de haber sido llamados por Dios. Tras esta experiencia de servicio a los demás y de humildad ante un idioma desconocido y una cultura diferente se sienten reforzados en su vocación y animan a otros jóvenes a apostar por Jesús. Pedro Elena insta a confiar en Dios porque “aun habiendo momentos duros, el Señor nos regala momentos maravillosos junto a Él que no podemos perder”. Por su parte, de la Maza aconseja “vivir con radicalidad lo que Dios les pide” y no tener miedo, en lo que coincide Javier Sancho, quien además recomienda no dar importancia al qué dirán porque “el único que nos puede mirar tal como somos es Dios y Él sabe nuestros defectos y cualidades, y aun así nos sigue queriendo”. Alfonso Pascual califica la vida consagrada como “apasionante” y mantiene que no se vive en clave de renuncia: “quizás puedes pensar que debes renunciar a cosas que te gustan, pero no es cierto, sólo las cambias por otras”. Espinar asegura que es necesario abrirse al Señor para “descubrir el proyecto que tiene preparado para ti”, mientras que Trigo añade: “no te canses de buscar y encontrar a Dios”.
