El Obispo de Guadix, Mons. Ginés García, presidirá el I Congreso Nacional de la Divina Misericordia, que se va a celebrar en Madrid los días 22 y 23 de octubre de 2016. El Congreso, que se celebra con motivo del Año de la Misericordia, lleva como lema “Confiamos en tu misericordia” y espera convocar a más de 2000 personas, muchas de ellas de los grupos de la Divina Misericordia que hay por toda España. Se celebrará en el en el hotel Madrid Marriott Auditorium y ya está abierto el plazo de inscripción en la web del Congreso www.congresodivinamisericordia.org , donde también se ofrece toda la información del mismo.
Mons. Ginés García presidirá el Congreso dado que es el presidente del comité organizador del mismo, formado por sacerdotes y seglares de diferentes diócesis de España. Además, el prelado accitano es el Responsable Jerárquico del Apostolado de la Divina Misericordia en España.
El Congreso tiene como objetivo fundamental “anunciar y testimoniar la misericordia de Dios a través de un corazón humilde y compasivo”. También cuenta con otros dos objetivos: abrirse a cuantos viven en las periferias existenciales venciendo la indiferencia y experimentar el perdón de Dios para ofrecer perdón al mundo. En este sentido, Mons. Ginés García, en la presentación del Congreso manifestaba que «estamos convencidos de que muchos de los problemas de nuestra sociedad radican en la falta de la experiencia del perdón», para concluir que «si no se experimenta el perdón, difícilmente se puede perdonar».
Para el Congreso se han programado tres ponencias principales: “Jesucristo, rostro de la misericordia del Padre”; “La confesión, sacramento de misericordia”; y “Las obras de misericordia”. También habrá una serie de testimonios, todos relacionados con la misericordia: desde las monjas de Cracovia consagradas a la espiritualidad de Santa Faustina Kowalska, hasta el de un matrimonio cristiano sirio perseguido por su fe, o el de un sacerdote y una religiosa,…
Como indica el periodista José Manuel Vidal en www.religiondigital.com, “con el Congreso se pretende, asimismo, consolidar este movimiento de espiritualidad, que comenzó siendo puramente devocional, para organizarlo, nombrar consiliarios y estructurarlo teológica y pastoralmente. Como dice monseñor Beltrán, se trata de pasar de la ‘tendencia a convertir la divina misericordia en una devoción muy antigua y edulcorada y conectarla con el sentido teológico más profundo´. O dicho de otra forma: ‘evitar quedarse en la superficialidad y que la divina misericordia se convierta en una espiritualidad más dentro de la Iglesia´.