La clausura de curso de los grupos de Lectura Creyente de la Palabra estaba prevista en el Salón de Actos del Campus de La Merced, sin embargo, desde primera hora tuvo que ser trasladada a la Catedral ante la falta de espacio por la gran cantidad de personas que acudió a esta cita ya tradicional que, en esta ocasión, se centraba en “El profetismo hoy”.
Se trataba de una cuestión que ha abordado la mayoría de los grupos este curso y cuya llamada fue resumida por nuestro Pastor durante su charla: “ser profetas hoy significa parecernos a Jesús”. Fue un discurso que se dividió en tres partes. La primera de ellas se centró en el profetismo testimoniado con la Palabra y puso de ejemplo al Papa Francisco, quien denuncia y anuncia y quien hace presente a Jesús con sus gestos. La segunda parte apuntó a la acción, que se visualiza a través de entidades como Cáritas, Manos Unidas o la comunidad de San Egidio. Todas ellas son “un signo profético en medio de nuestro mundo, que pone en el centro la dignidad de la persona”. Nuestro Obispo subrayó, en tercer lugar, el testimonio del día a día, en el que “todos estamos llamados a ser profetas”, a través de “la esperanza que se manifiesta en medio del dolor, la fe en medio de las dificultades, la ternura ante tanta indiferencia”. También habló del perdón y de la familia, “personas que luchan por sus hijos, que manifiestan su fidelidad y que hacen visible que el proyecto de Dios es posible vivirlo en el día a día”.
Tras un descanso, se inició una segunda parte en la que se contó con el testimonio de varios invitados que hablaron de sus respectivos ámbitos de actuación: Vicente Morales (Pueblo de Dios), dos miembros del Secretariado de Pastoral de Migraciones, Juan García (Centro Naim), Antonio Sánchez (Pastoral Penitenciaria) y Juanma Breva (Cáritas). La jornada terminó con la Eucaristía Jubilar, con motivo del Año de la Misericordia.