El pasado sábado día 12 de marzo la Parroquia «San Sebastián y La Asunción de Ntra. Sra» de Olula del Río llevó a cabo un ensayo solidario para recoger alimentos para ayudar a los necesitados, los más queridos por Dios. A propuesta de la banda municipal de música y con la necesaria colaboración de las cofradías, se dio la oportunidad a los cristianos de Olula del Río de cumplir con la obra de misericordia: «Dar de comer al hambriento».
Colaboraron activamente los colegios «Trina Rull » y «Antonio Relaño», las diversas asociaciones y cofradías, Ayuntamiento y, por supuesto, los más importantes aquellas personas que con grande esfuerzo económico y físico no quisieron faltar a la cita en favor de los más pobres, movidos por aquel mandato: «Nos urge la caridad de Cristo» (2 Cor 5, 14). Al finalizar el ensayo solidario, el párroco D. Víctor Manuel Fernández Maldonado agradeció emocionado la generosidad de todos, especialmente a los miembros de la banda de música y a los portadores del trono. Los colaboradores de Cáritas parroquial ordenaron y contabilizaron los alimentos en torno a los 2000 kilos de generosidad olulense.
El mismo día a las 20.30h, finalizada la Santa Misa en la Iglesia parroquial de San Sebastián, Evaristo Jiménez presentaba al pregonero del presente año en Olula del Río: » Macaelero por casualidad, pues vino a nacer en plenas fiestas de Ntra. Sra. Del Rosario de Macael» cuando sus padres fueron a celebrar dichas fiestas. D. Martín Martínez Navarro, Martín «el del pescado», de pequeño tamaño pero grande en amor a Dios y al prójimo, humilde y trabajador vendiendo pescado y fruta como sus padres, actor de teatro aficionado apareció en la película «800 balas» siendo elegido entre 300 candidatos. Cantaor, no falta a sus citas con las procesiones para cantar saetas emotivas. Pero lo más importante es que Martín es un hombre de fe que no falta a la visita diaria y la Misa dominical.
Fue un pregón sencillo y elegante, conciliador no hizo caso de los que querían que «diera caña» a unos contra otros, pasando de puntillas por los temas peliagudos. Realizó un recorrido por cada una de las cofradías sin olvidar el Domingo de Resurrección. Recordó su infancia especialmente el arroz con leche de su madre. Acabó el pregón con una poesía compuesta para tal fin, siendo largamente aplaudido por los presentes entre los que estaban sus familiares, los miembros de la Corporación municipal, cofrades y fieles cristianos.
A petición del párroco finalizó el acto como todos esperaban: cantando una saeta.