En la tarde del miércoles 3 de febrero, en el salón de actos del Obispado de Cádiz y Ceuta, el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidió la presentación del libro de Francisco Glicerio Conde Mora, profesor de la E.U. Salus Infirmorum de Cádiz, Los Obispos de Cádiz (Siglos XIX-XXI). Un estudio a través de su historia, su heráldica y su genealogía.
Durante la presentación el catedrático de Historia Moderna de la UCA, Manuel Bustos, hizo un breve resumen del contexto histórico del periodo que abarca el libro. Por su parte, el director del Colegio Mayor San Pablo y secretario general de la ACdP, Antonio Rendón, ofreció un perfil del autor.
A continuación, Francisco Glicerio habló de la obra, «cuyo propósito ha sido poner a disposición de la comunidad académica el episcopologio». De esta manera, el autor hizo un repaso de los obispos que pasaron entre esos siglos por la diócesis gaditana y agradeció a Mons. Zornoza «la defensa del derecho natural de esta diócesis y la defensa de los problemas de su entorno».
Así, con la presente obra sobre los Obispos de Cádiz, Francisco Glicerio Conde Mora concluye el estudio del episcopologio gaditano desde los orígenes de la mitra gaditana desde el siglo XIII hasta el siglo XXI. Es de destacar el uso por parte del autor de numerosos documentos procedentes de diversos Archivos Históricos Nacionales e Internacionales, que aportan una documentación inédita, que hacen del libro una herramienta fundamental para el estudio de la Diócesis de Cádiz y quienes la gobernaron.
El encargado de clausurar el acto fue el obispo de Cádiz y Ceuta, quien habló de la historia como «maestra de la vida y de otras muchas más cosas». Así, refiriéndose al paso de los obispos por esta diócesis, aseguró que «el ejercicio del ministerio episcopal forma parte de una gran cadena y de la historia de Jesucristo. La Iglesia vive los avatares del mundo y las luchas de los hombres».
En cuanto al momento actual que vive la sociedad, Mons. Zornoza afirmó que «hoy el materialismo ha creado una crisis antropológica y una sociedad sin interés por la verdad y sin humanidad. El hombre vive hoy una profunda crisis de sentido, una crisis del alma».
Por último, ante una posible solución, el obispo diocesano manifestó que «la llamada a la evangelización, muy unida a la necesidad de misericordia, surge como remedio a esta crisis del alma. La misión de la Iglesia y de los obispos hoy responde al clamor del mundo en que vivimos, y debe responder a la crisis del alma».
