La Nochebuena el obispo presidió la Misa en la Catedral. Además, Bernardo Álvarez, previamente había celebrado la eucaristía en el centro penitenciario Tenerife II.
El prelado señaló que la Navidad para los cristianos requiere estar atentos a Dios y a los hermanos.
«Que la celebración de la Navidad reavive en nosotros la certeza de que todos tenemos un lugar en el corazón de Dios, y que sea ocasión para renovar nuestro encuentro personal con Jesucristo o, al menos, nos mueva a dejarnos encontrar por Él que nos busca y espera con los brazos abiertos»- desea Álvarez en su felicitación navideña.
Además, al estar inmersos en el Año Santo de la Misericordia recuerda las palabras del Papa Francisco: Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre… En la « plenitud del tiempo », cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre. Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios.