El Obispo de Cartagena presidió el pasado sábado la Misa de clausura del Año de la Caridad, en la basílica de la Caridad de Cartagena. Con esta Eucaristía se ponía fin a un año de gracia que ha llevado hasta la ciudad portuaria a centenares de grupos parroquiales, movimientos o asociaciones que han querido ganar el jubileo que decretó el Sr. Obispo a inicio del pasado curso.
Una vez más, Mons. Lorca ensalzó la figura de la Virgen María como protectora, mediadora, guía y sobre todo madre. El Sr. Obispo explicó que «la caridad va en el ADN del cristiano» por lo que no es algo que tenga que circunscribirse sólo a la celebración de un año especial, sino que el cristiano tiene que ponerla en práctica todos los días de su vida.
Habló también del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que abrirá el Papa Francisco el 8 de diciembre en Roma (en el resto de diócesis del mundo la apertura será el 13 de diciembre). Según Mons. Lorca, el Año de la Misericordia será un tiempo especial para curar las heridas de los que sufren, «para sanar los dolores de muchos de nuestros hermanos… el Señor siempre está cercano, nunca falla. La misericordia nos tiene que llevar a seguir ejerciendo la caridad y la caridad la entendemos cuando ponemos en práctica las obras de misericordia».