El pasado viernes 27 de Noviembre, en el distrito de Shamboyacu en Picota, tuvo lugar la bendición de la «Casa-hogar Virgen de Araceli» a cargo de don Rafael Escudero López-Brea, obispo prelado de Moyobamba.
Desde la pasada semana, la misión diocesana de Picota junto a los dos sacerdotes cordobeses que velan por esta comunidad, han podido ver hecho realidad el proyecto de la «Casa-hogar Virgen de Araceli». Una casa construida con la ayuda de la Archicofradía lucentina de la Virgen de Araceli y el Cabildo Catedral, que acogerá a cuarenta niñas y que estará regentada por la congregación de las Obreras del Corazón de Jesús.
El nuevo hogar cuenta con una triple finalidad. Por un lado, ser residencia de acogida para las niñas más desfavorecidas de la provincia de Picota; por otro, ofrecer un centro formativo donde éstas reciban una educación integral, tanto académica como humana y religiosa; y, finalmente, servir de nueva casa de aspirantado y postulantado para esta congregación de religiosas.
Por su parte, los sacerdotes destinados en la misión, Leopoldo Rivero y Francisco José Delgado, han querido emitir un escrito en el que «agradecen de corazón a todos los cordobeses que colaboran en estos proyectos, tanto con sus oraciones constantes como con su aportación económica».
La casa comenzará su actividad el próximo mes de febrero, que es cuando se inicia el curso en esta misión peruana. Será entonces cuando un total de cuarenta niñas habiten la casa y pasen a formar parte de ella.