La Vicaría para el Clero ha organizado por primera vez un retiro espiritual conjunto, preparatorio para el tiempo de Adviento, para todos los sacerdotes, seglares, religiosas y religiosos de la Diócesis de Guadix.
La cita congregó a 250 personas procedentes de distintos pueblos de la Diócesis, entre los que se encontraban fieles de Huéneja, Jérez del Marquesado, Alquife, Guadix, Purullena, Fonelas, Gor, Baza, Benamaurel, Cortes de Baza, Castril, Caniles, Zújar, Galera, Huéscar, Cúllar, Puebla de don Fadrique, Polícar, …
Mons. Ginés García dirigió este retiro centrándose en el acontecimiento que va a marcar, sin duda, este tiempo de Adviento: la celebración del Año de la Misericordia, cuya inauguración se prevé realizar, en la diócesis accitana, el 13 de diciembre, con la apertura de la «Puerta Santa» de la Catedral de Guadix.
El Obispo comenzó recordando cómo el Papa, en su bula «Misericordiae Vultus», «nos invita a contemplar el misterio de la misericordia». Dicha misericordia es «una realidad concreta donde Dios revela su amor. Un amor visceral y apasionado al igual que el que siente un padre o madre cuando ama con pasión a sus hijos», dijo el prelado.
Don Ginés centró su reflexión en la Palabra de Dios, para así entrar en el misterio de la misericordia de Dios. Y para ello, propuso dos parábolas con la melodía de fondo del salmo 135: la primera de las parábolas que comentó fue la del Hijo Pródigo –o del Padre bueno-, donde el Padre muestra su compasión hacia el hijo menor y corrige la actitud del hijo mayor. La otra parábola fue la del Buen Samaritano, que demuestra que la verdadera compasión no es un sentimiento sino una acción.
Terminó su intervención recordando el salmo 135 -«porque es eterna su misericordia»-, e invitando a los asistentes a realizar un recorrido por todas las personas y acontecimientos de la vida y ver en ellos la presencia de Dios y su eterna misericordia.
Carlos Valle