D. Blas Gordo toma posesión como párroco de la Basílica de las Angustias

En una Eucaristía donde asistió gran parte de la comunidad parroquial, presidida por el Vicario Territorial de la zona 1 y concelebrada por los sacerdotes del templo que acoge la Patrona.

D. Blas Gordo Jiménez ha tomado posesión el día 21 de noviembre, en la Eucaristía de la ocho de la tarde, como párroco de la Basílica de la Virgen de las Angustias.

La Eucaristía ha estado presidida por D. Antonio Valverde Casado, Vicario Territorial 1, que en nombre y representación del Excmo. Sr. Arzobispo, ha dado posesión como párroco a D. Blas en el transcurso de la misma. D. Antonio ha estado acompañado por D. Francisco Molina Carretero, Párroco Emérito de la Basílica, y por los siguientes sacerdotes: D. Mateo Hernández, D. Carlos del Castillo y D. Manuel Lara, que todos colaboran en las labores de la Basílica.

D. Antonio ha manifestado en su homilía que hoy celebra la Iglesia la festividad de Cristo Rey y que Él es el Alfa y la Omega de toda nuestra historia. Cuando Pilato le pregunta a Jesús si él es Rey, Jesús le contesta que sí, pero que su Reino no es de este mundo. Jesús es un Rey que no ha venido a dominar, sino que ha venido a servir y su trono es la cruz. Cuando lo contemplamos crucificado estamos viendo toda su realeza y todo su amor por nosotros. Él vino para crear el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y de la gracia, el reino de la justica, del amor y de la paz. Nosotros somos llamados para construir aquí en la tierra el reino del cielo. Cada uno, donde estemos, debemos ser una semilla de ese reino de Dios. En el Padre Nuestro lo decimos: «Venga a nosotros tu reino». Todos somos llamados y todos somos enviados. Él quiere contar con cada uno de nosotros. En el mundo tenemos que ser luz y levadura de este reino de Dios. Cada uno de nosotros tenemos que pensar en la misión que tenemos pero de una forma muy especial lo tiene que pensar D. Blas para seguir de un modo diferente en esta nueva tarea que se le encomienda para propagar el reino de Dios en esta parcela, que le ha sido encomendada con este nombramiento y toma de posesión que hoy realiza. Hizo referencia a la magnífica labor que ha venido realizando D. Francisco y que, sin duda, seguirá haciéndola, aunque de otra manera, pero, sin duda, para que resplandezca cada más el reino de Dios entre nosotros. Terminó su homilía con estas palabras dirigidas a D. Blas: «Pedimos por ti, por los sacerdotes que te acompañan, por los miembros de la parroquia para que entre todos sigáis haciendo que la Iglesia crezca en esta bendita casa, que es la casa de nuestra Madre. Así sea». Después de la homilía, D. Blas renovó las promesas de su ordenación sacerdotal.

La Coral Parroquial Virgen de las Angustias, dirigida por D. Carmelo Martínez, ha contribuido a la piedad, recogimiento y solemnidad de esta celebración tan entrañable de la toma de posesión de D. Blas como párroco, con la Basílica abarrotada de fieles.

Las lecturas han sido realizadas por miembros del Consejo Parroquial.

Al final de la Eucaristía, D. Blas tuvo unas palabras de agradecimiento a D. Francisco con el que lleva conviviendo y colaborando en la Basílica desde hace 17 años. Pidió la colaboración de todas las realidades que, con tanta entrega y amor a la Virgen, funcionan en esta parroquia, para seguir trabajando por el reino de Dios. Hizo referencia que sus padres lo llevaron al colegio de Cristo Rey y que por ello esta fiesta tiene para él un significado muy especial. Resaltó que hoy le acompañan los miembros de su familia, pero que él también considera su verdadera familia a todos cuanto componen esta realidad parroquial a la que no escatimará esfuerzos para seguir en esta labor de difundir la palabra de Dios a todos los hombres.

Por último, D Francisco Salazar, Hermano Mayor, en nombre la Real Hermandad de la Virgen de las Angustias, le dio la bienvenida, la enhorabuena y su deseo ferviente de colaborar con él, como han venido haciendo todos los hermanos a lo largo de la tan dilatada historia de la Hermandad en su entrega generosa de fe y de amor a todas las labores que la parroquia ha necesitado y necesita.

El Himno a nuestra Patrona puso el broche final a esta emotiva celebración, que fue seguida por todos los asistentes, que llenaban totalmente la Basílica, con un fuerte y prolongado aplauso para D. Blas y para la Santísima Virgen.

Antonio J. Mezcua Roelas

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