Con verdadero dolor y tristeza hemos conocido los atentados que se han producido esta noche pasada en París, llevados a cabo por comandos terroristas que apelan a la fe islámica para llevar a cabo estos asesinatos. Condenamos estas acciones criminales en sí mismas moralmente perversas que no pueden tener justificación religiosa alguna, porque son resultado de su grave e inaceptable deformación que difunde el odio.
Como ha manifestado la Santa Sede, «se trata de un ataque a la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y conjunta por parte de todos para luchar contra la propagación del odio homicida en todas sus formas».
Nos unimos a la oración del santo Padre y de cuantos encomiendan a Dios a las víctimas, fallecidos y heridos, a sus familiares y al pueblo francés, que ha padecido estos actos terroristas y cuyo dolor es hoy el nuestro, que se han de combatir con decisión al tiempo hacemos un llamamiento a la unión de todos en la promoción de la paz y la convivencia.
OFICINA DE COMUNICACIÓN DEL OBISPADO DE ALMERÍA