Como economista experto en Finanzas y Fiscalidad, Joaquín Lucas (Málaga, 1969) asesora a múltiples empresas. A sus clientes les recomienda siempre realizar donativos a entidades no lucrativas, como la Iglesia: «es el momento, antes de acabar el año, de informarse con sus asesores para obtener beneficios fiscales. Lo van a notar en la declaración –afirma–».
La legislación en torno a los donativos ha variado recientemente. ¿Cómo nos afecta?
Se pretendía una reforma de la Ley de Mecenazgo, pero acabó en una reforma fiscal, un incentivo para la gente que colabora con las entidades sin ánimo de lucro. La novedad más significativa es que se ha mejorado notablemente la deducción fiscal en el impuesto sobre la renta y en el de sociedades. En 2014 estaba en el 25% y eso mejora a cantidades más interesantes, hasta el 75%.
¿Cómo se concreta?
Para las personas físicas, se establecen dos tramos: hasta 150 euros y de 150 en adelante. Por los primeros 150 euros donados a entidades no lucrativas a lo largo del 2015, la deducción es del 50% y, a partir del 2016 y siguientes, será del 75% de lo aportado. Es decir, los 150 primeros euros donados, le costarán al contribuyente solo 37,50 euros, puesto que Hacienda le devolverá (o le dejará de cobrar) 112,50. En el segundo tramo, es decir, más allá de esos primeros 150 euros, también se ha mejorado la desgravación; pasando del 25% en 2014 al 27,5% en 2015 y al 30% en 2016. Además, se premia la fidelización con un 5% más. Es decir, las personas que lleven al menos tres años entregando el mismo dinero (o más) a una entidad, desgravarán el 32,5% en 2015 y el 35% en 2016. Las personas jurídicas tienen un tramo único del 35% de desgravación, desde el primer euro, aunque también se les premia la fidelidad con un 2,5% extra en 2015 y un 5% en 2016.
Es una cantidad nada desdeñable…
Cualquier mejora es bienvenida, aunque aún estamos lejos de los niveles de países como Francia, con un 66% de desgravación o Reino Unido, con un 70%.
¿Son un «privilegio de la Iglesia» estas deducciones?
Son para todas las entidades acogidas a la ley 49/2002, sean de donde sean y tengan la ideología que tengan: sindicatos, partidos, organizaciones empresariales, fundaciones, entidades religiosas, ONG’s…
¿Por qué recomienda donar a entidades eclesiales?
Respetar la libertad de cada uno es esencial, pero la labor de la Iglesia es impresionante. Está allá donde haya un problema humano y se mantiene allí. La ayuda de la Iglesia siempre llega a la persona, al necesitado. La gran credibilidad de la Iglesia, de Cáritas, está en la calle y es por la inmensa labor que realiza.
Antonio Moreno Ruiz