El Rector del Insular Santuario de Las Nieves, Antonio Hernández, presidió la Misa de Romeros, previa al comienzo de la romería-Bajada del Trono desde este templo hasta la parroquia de El Salvador de S/C de La Palma. Preparamos todo, pero «preparar nuestro corazón es lo más importante, porque es allí donde María se siente más feliz», señaló en el saludo de comienzo de la celebración.
En su homilía resaltó que 335 años, de generación en generación, los palmeros han mantenida viva la celebración de la Bajada de la Virgen. «Hemos acogido esta hermosa herencia», indicó, y por ello, «ponemos lo mejor de nosotros para acercarnos a la Virgen y la rodeamos de festejos para expresar la alegría». Unas fiestas que destacó el rector tienen una importante dimensión cultural, si bien invitó a mirar a la madre, a invocar a su Hijo Jesucristo, para encontrar cada uno las respuestas a las preguntas que se hace.
Haciendo referencia al evangelio proclamado de una mujer que tocó el manto de Jesús, Hernández hizo referencia al hecho de portar el Trono, acercarse a él como un despertar a lo mejor de cada uno, de todo el pueblo y, de este modo, hacer posible, el sueño de Dios.
Por otra parte, la colecta de la Misa se va a destinar a Cáritas en Mauritania con el objeto de comprar una ambulancia para una zona del citado país.
Después de la Misa y tras el sorteo y distribución de los Trozos del trono salió la romería con los mismos y las andas de baldaquino de la patrona, camino del templo de El Salvador.
