El domingo día 8 se inauguró la XIII Semana Diocesana de la Familia, con el lema «Familia: un futuro para la humanidad». La inauguración tuvo lugar con un taller de familia dedicado a la prevención de conflictos familiares, a cargo del Director del Centro de Orientación Familiar Ronda 110, Enrique Alonso. Ofrecemos la crónica de dicha inauguración ofrecida en su blog por la Pastoral Familiar.
A veces lo evidente es tan obvio que no caemos en la cuenta hasta que alguien te llama la atención. La conferencia de Enrique Alonso de esta mañana (ndr. domingo 8 de marzo) ha sido como abrir la ventana y dejar que entre la luz de forma que hemos podido apreciar los detalles que nos rodean, el don que es quién tenemos a nuestro lado, la poca distancia que hay entre unos y otros, lo deseosos que estamos de apreciar esa sonrisa o la bondad de esa acción.
«No hay recetas mágicas para conseguir un buen entendimiento entre los esposos y con los hijos», una afirmación un poco audaz, máxime cuando íbamos a escucharlas, aunque al final entendíamos cuál es la verdadera receta.
Comenzaba su ponencia haciéndonos caer en la cuenta de la idea que tenemos de conflicto, y cómo solemos verlos siempre en otras familias o entornos, cuando muchas veces tendríamos que mirar en un entorno más próximo. Una de las primeras reflexiones era fijarnos cuál es nuestro modelo de familia, y en qué funciones creemos que debe de tener. A grandes rasgos las funciones de una familia es hacer personas, hacer comunidad, hacer Iglesia. Personas maduras que viven el amor como servicio. En definitiva, «ser para el otro», siendo conscientes de las dificultades que tenemos que superar. Personas maduras destinadas a la relación que nos lleva a sentirnos comunidad, para la cual es fundamental la comunicación. Aquí nos resonaban las palabras del Papa Francisco cuando hablaba de esas tres palabras que nunca podíamos olvidar para llevar adelante un matrimonio, una familia: «permiso, gracias, perdón». Para nosotros, creyentes, no podemos olvidar que la familia es verdadera cuando se convierte en una comunidad creyente y evangelizadora, en diálogo con Dios y al servicio de los hombres.
Después ha entrado de lleno en el conflicto: en la crisis. De dónde surgen las dificultades en la comunicación, en el diálogo, los problemas con los hijos. Quizás sea un poco aventurado ver el conflicto como el trampolín de crecimiento, como una herramienta de aprendizaje, un motor de cambio cuando se sabe encauzar y no se eluden. Qué familia no ha tenido conflictos o momentos de crisis, cómo salimos fortalecidos cuando se aprovechan para el crecimiento y la madurez de cada uno de los miembros.
Quizás no hay recetas mágicas, pero sí tenemos entre nosotros a Aquél que puede ser la solución. Enrique terminaba su conferencia hablando de la Cuaresma como ese cambio, esa conversión que todos necesitamos, para centrarnos en quien es la madurez, en quien es la realización, es quien es la verdadera receta para solucionar nuestros conflictos.
En la Eucaristía, D. Francisco Mingorance en sus palabras durante la homilía nos invitaba a volvernos hacia Dios. Él no necesita algo de nosotros. Si tenemos algo, antes nos lo ha dado El. Él nos necesita a nosotros, necesita de nuestras familias. Él quiere ser uno más de nuestras familias. El estilo de vida de una familia, la solución a los conflictos de una familia es Él mismo.
A nosotros nos reconfortaba ver esa llamada a la comunión, a vivir por el otro, como personas y como familias; a vivir por el Movimiento o la realidad del otro, por la parroquia del otro. Y para vivir así, sólo hay un medio: «La mutua y continua caridad, un amor sin medida, estar dispuestos a tomar nuestra cruz y abrazarla. Es a Jesús a quién encontramos en nuestras dificultades de cada día, en nuestros conflictos que nacen de nuestra naturaleza humana, de nuestros caracteres, de nuestras diferentes culturas… lo que San Pablo llamaba el hombre viejo».
Nuestro agradecimiento a cada uno de los que esta mañana (ndr. domingo 8 de marzo) han hecho posible el bello momento de familia, y un gracias especial al Colegio del Carmelo que nos ha acogido.
Pastoral Diocesana de Familia de Granada
Actividades para el lunes 9 de marzo
Conferencia: «Un Sínodo para la familia».
A cargo de D. Carlos del Rio Sánchez, Vicario General de la Diócesis para Asuntos Administrativos, Jurídicos y Sacramentales.
Salón de actos del Centro Cultural Nuevo Inicio, del Arzobispado de Granada (Plaza Alonso Cano, s/n. Edificio Curia Metropolitana). A las 19 horas. Entrada gratuita.