La Delegación de Pastoral Familiar de nuestra diócesis presenta este año una propuesta sencilla y entrañable para preparar la Navidad en casa: un calendario familiar de Adviento pensado especialmente para ayudar a los más pequeños —y también a los mayores— a vivir este tiempo con pequeños gestos de amor.
El calendario propone, día a día, una actividad breve y accesible para realizar en familia: rezar juntos un momento, preparar un pequeño detalle para alguien, compartir tiempo sin prisas, recordar a los abuelos, ayudar en casa con alegría o tener un gesto de cariño hacia un hermano. Son acciones simples, pero cuando se viven juntos se transforman en momentos que dejan una huella profunda en el corazón.
Desde la Delegación explican que el uso del calendario es muy fácil y no requiere materiales ni preparación previa: Cada día, basta con dedicar un momento a mirar la casilla correspondiente. Se lee en familia la propuesta del día y, si se desea, se comienza con una oración sencilla: un Padrenuestro, un Ave María o unas palabras espontáneas. Después, se realiza la actividad procurando que todos participen.
“No se trata de una lista de tareas —señalan—, sino de un camino para crecer en cariño, en escucha y en fe dentro del hogar”. A través de estos pequeños gestos, los hijos descubren que la fe se vive en lo cotidiano, en los detalles, en el perdón, en la gratitud y en el compartir. Y los padres encuentran una oportunidad privilegiada para hablar de Jesús y acompañar el crecimiento espiritual de sus hijos, haciendo del hogar un auténtico lugar de encuentro con Dios.
Muchas de las propuestas están pensadas también para abrir la casa y el corazón a los demás: los abuelos, los vecinos, los amigos, o quienes más pueden necesitar cercanía en estas fechas. De esta manera, el Adviento se convierte en un camino de preparación interior y también de solidaridad y fraternidad.
La Delegación de Pastoral Familiar anima a colocar el calendario en un lugar visible y recorrerlo día a día. “Cuando llegue la Navidad —afirman—, no solo habremos completado un calendario: habremos vivido un precioso viaje familiar, preparando juntos el corazón para acoger a Jesús”.


