*En espera de las autorizaciones necesarias en estos casos, no se puede aún precisar el velatorio y la Misa exequial del obispo emérito, Bernardo Álvarez Afonso.
*El obispo Eloy Santiago ha establecido que doblen las campanas en todos los templos de la diócesis en señal de luto y ha pedido que en las comunidades parroquiales se ofrezca la Santa Misa por su eterno descanso.
Tras conocer la noticia del fallecimiento de monseñor Bernardo Álvarez, el obispo Nivariense, Eloy Santiago manifestó su tristeza por la pérdida e hizo hincapié en la esperanza de la resurrección. “Creo que D. Bernardo deja en nosotros un gran vacío, pero también vivimos este momento desde la esperanza. Él mismo, en su última entrevista, afirmó que no tenía miedo a la muerte. Es la señal de la esperanza cristiana que confía en la resurrección, que confía en la victoria de Cristo. Por eso, la tristeza de este momento por la pérdida de nuestro querido D. Bernardo, se ve confortada por la esperanza que nos da el Espíritu Santo. Asimismo, nos vemos alentados por el testimonio con el que vivió su enfermedad y los últimos momentos de su vida”.
Santiago, entre las múltiples facetas como obispo de D. Bernardo, destacó su lado humano. “A mí me gustaría destacar, sobre todo, a la persona. Él supo amar a este pueblo y lo sirvió con entrega y con dedicación. A veces, quizás, no tan acertado, pero siempre con ese deseo de servir al pueblo de Dios y trabajar por la evangelización. Sin duda, le caracterizó su lema episcopal; “Me he hecho todo a todos”. Una vida de entrega generosa, de disponibilidad, de ímpetu para llevar adelante la fuerza del evangelio y el testimonio de la fe”.
Por último, Santiago invitó a la Iglesia Nivariense a rezar por el alma del obispo emérito. “Todos los cristianos de estas tierras miramos adelante, confiados, sabiendo que también desde el cielo, D. Bernardo nos acompañará como lo ha hecho siempre. Así ha ocurrido con otros buenos obispos que ha tenido esta Diócesis Nivariense a lo largo de los siglos”.
SEMBLANZA
Bernardo Álvarez Afonso nació el 29 de julio de 1949 en Breña Alta, en La Palma. Fue el tercero de cuatro hermanos. Siempre que le preguntaban por sus padres destacaba lo mismo, la fe. “A mis padres, Celso y Bernarda, les agradezco, sobre todo, que me transmitieran la fe. Mi padre, que murió cuando yo tenía 13 años, era un hombre profundamente creyente y mi madre también, por supuesto. Creo que de mi padre heredé el carácter fuerte y la capacidad de aguante. Y de mi madre, el lado creativo y el gusto por el arte”.
Bernardo Álvarez recibió la ordenación sacerdotal el 16 de julio de 1976, por el obispo Luis Franco Cascón y fue párroco en cuatro destinos diferentes durante 11 años.
Asimismo, entre otras responsabilidades de carácter diocesano, fue secretario de la Asamblea Diocesana y secretario de la Vicaría de Pastoral de la Diócesis de Tenerife. En 1989 asumió la delegación de Liturgia. Más tarde, fue nombrado responsable del departamento de Catequesis de Adultos y elegido secretario general del Primer Sínodo Diocesano. Además, también fue vicario general desde mayo de 1999.
Álvarez fue nombrado obispo Nivariense el 29 de junio de 2005 y recibió la ordenación episcopal el 4 de septiembre de ese año en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna, por aquel entonces sede catedralicia, de manos del Nuncio de S. Santidad, monseñor Manuel Monteiro de Castro. En la celebración estuvieron presentes los obispos eméritos de Tenerife, Damián Iguacen y Felipe Fernández, así como otros obispos asistentes. En esta misma fecha tomó posesión canónica de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna.

El papa Francisco aceptó el 16 de septiembre de 2024 la renuncia que le había presentado al cumplir los 75 años. A partir de entonces, pasó a ser obispo emérito de esta diócesis canaria.
Durante los primeros meses de episcopado, monseñor visitó las diferentes islas de la Diócesis en las que pudo presidir diversas celebraciones. Asimismo, nuevos templos y espacios religiosos comenzaban su andadura, como los salones sociales de Taco, la ermita dedicada a la Virgen de Fátima en el enclave lagunero de Lomo Largo o la nueva iglesia en el barrio orotavense de Barroso.

Sin duda, una de las fechas que marcó el episcopado de monseñor Álvarez fue el 23 de enero de 2006, cuando el edificio del Obispado fue pasto de las llamas. “Sin palabras”, así describía su sentir monseñor Álvarez mientras contemplaba cómo el fuego devoraba el Palacio de Salazar. “No tengo palabras para hablar con claridad porque la verdad es que tengo el corazón comprimido. Estábamos en una reunión en el salón grande que da para la calle San Agustín y poco antes de las 12, nos avisaron que teníamos que salir rápidamente porque había fuego”.
La vida de la Iglesia se tuvo que adaptar tras este contratiempo y con el apoyo ciudadano e institucional se comenzó la fase de reconstrucción hasta llegar al esperado día de la reapertura oficial, el 19 de junio de 2009.

En 2007 comenzó a preocupar el estado de la Catedral de La Laguna. Se iniciaba un largo periplo del obispo con representantes de instituciones para dar solución al estado de las cubiertas del templo. El prelado Nivariense siempre mantuvo la confianza en los informes técnicos que emitía el Instituto Eduardo Torroja. El 1 de septiembre de 2009 comenzaron las obras de demolición de las cubiertas del primer templo de la diócesis, y el 31 de enero de 2014, la Catedral reabrió sus puertas para celebrar la Eucaristía 12 años después de su cierre.

A lo largo de su episcopado, Álvarez, en comunión con esta Iglesia cuatro veces insular, sacó adelante varios Planes Diocesanos de Pastoral, participó en diferentes Bajadas de la Virgen, pudo inaugurar y bendecir un buen número de templos nuevos y otros restaurados y siempre mostró una gran preocupación por la formación de los cristianos impulsando jornadas para la Misión, para sacerdotes o las Jornadas de Nueva Evangelización.
Además, estuvo presente en la Misa de acción de gracias por la canonización del Padre Anchieta, presidida por el papa Francisco.
Al cumplirse en 2019 el II Centenario de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, el prelado nivariense quiso dar a conocer en una versión impresa, la Bula de Creación de la Diócesis. El 21 de diciembre del referido año, el obispo presidió la celebración de comienzo del bicentenario y abrió la llamada Puerta Santa.
En 2020 la acción pastoral se vio afectada por la pandemia del Covid. La diócesis tuvo que implementar medios digitales para acompañar a enfermos, a personas mayores, se intentó potenciar la acción caritativo-social, etc. En cualquier caso, la vida de la Iglesia no se frenó. Para ello, las transmisiones por Youtube jugaron un papel esencial. El prelado nivariense se dirigió a sus fieles en no pocas ocasiones a través de este medio.
En 2020 estaba previsto celebrar la Bajada de la Virgen de las Nieves en La Palma, pero debido a la referida pandemia del COVID se tuvo que suspender. El 5 de agosto de 2020, el prelado anunciaba que habría Bajada de la Virgen de las Nieves, en fecha extraordinaria, en 2021. Sin embargo, el 12 de marzo de 2021, el obispo volvió a comunicar la suspensión de la Bajada debido a que todavía perduraban algunas incertidumbres sobre la situación sanitaria. Monseñor Álvarez declaró que la próxima cita de los palmeros con su patrona, para celebrar el ciclo lustral de la Bajada de la Virgen de las Nieves, tendría lugar definitivamente en 2025.
Del mismo modo, se aplazó la Bajada de la Virgen de los Reyes en El Hierro.
Durante el episcopado de monseñor Álvarez, fallecieron los obispos eméritos de Tenerife, Felipe Fernández, el 6 de abril de 2012, y Damián Iguacen, el 24 de noviembre de 2020.
Del 17 al 22 de enero de 2022, el prelado participó junto con otros obispos de España, en una nueva Visita Ad Limina Apostolorum que tuvo lugar en Roma, junto al papa Francisco. Por aquel entonces, todo el archipiélago canario seguía con estremecimiento la evolución de la erupción del volcán en La Palma. Monseñor Álvarez, en reiteradas ocasiones y celebraciones de la Eucaristía, mostró su preocupación por tantos habitantes afectados de su tierra natal.
El 15 de enero de 2024, Álvarez Afonso mantuvo un nuevo encuentro con el Papa Francisco, acompañado de los obispos de las Islas Canarias, para exponerle la preocupante situación de los migrantes en las islas.
Durante su episcopado se destinaron muchos esfuerzos pastorales para el mejor acompañamiento de las personas migrantes impulsando la delegación de migraciones, el proyecto Sansofé de las Religiosas Pureza de María, la Fundación Don Bosco o la Fundación Canaria el Buen Samaritano. Los obispos del archipiélago en varias ocasiones emitieron comunicados para poner de manifiesto la realidad migratoria en las Islas.

Y el 14 de marzo de 2024 nuestra diócesis estaba de enhorabuena porque el papa Francisco autorizaba el milagro atribuido a la intercesión de José Torres Padilla, natural de La Gomera.
Al llegar a los 75 años, tal y como establece el Código de Derecho Canónico, D. Bernardo presentó su renuncia como obispo. El 4 de septiembre de 2024, en la Catedral de La Laguna el prelado celebró la Eucarística en el décimo noveno aniversario de su ordenación episcopal. Al término de su homilía, dio gracias por todo este tiempo al frente de la Iglesia en nuestra diócesis. Asimismo, debido a su estado de salud, quiso pedirle a Dios que se produjera el relevo en el episcopado cuanto antes. “Damos gracias a Dios por estos 19 años al frente de esta diócesis. Yo espero que pronto el Papa nombre a otro obispo porque estoy delicado de salud. Le pido a Dios para que el nuevo obispo sea capaz de pastorear esta diócesis con espíritu de servicio y de amor a todas las personas”.

Durante el episcopado de Bernardo Álvarez, en la Diócesis Nivariense se ordenaron 43 sacerdotes y 8 diáconos permanentes.
El 16 de septiembre de 2024 el papa Francisco aceptó la renuncia presentada por monseñor Bernardo Álvarez. Un día después el Colegio de Consultores nombró al sacerdote Antonio Manuel Pérez Morales, administrador diocesano.
D. Bernardo presidió en la Catedral la misa de acción de gracias por su episcopado. En su homilía, Álvarez agradeció a Dios por la fe y su ministerio y finalizó con una simpática referencia y pidiendo perdón por sus errores. “Yo suelo decir, a veces, que D. Felipe y D. Damián están en el purgatorio porque me propusieron a mí como obispo. También quiero pedir perdón por si alguna vez me he equivocado, o no he acertado a decir las cosas como corresponden. Asimismo, pedir perdón al Señor y a ustedes porque algunas veces he fallado y no he respondido a lo que Él pide”.
El 24 de febrero de 2025 el papa Francisco nombró a Eloy Alberto Santiago Santiago, obispo de la diócesis de San Cristóbal de La Laguna. Su ordenación episcopal y toma de posesión de la diócesis fue el 1 de mayo del presente año.
El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, y el Papa Francisco, con la virgen de la iglesia de Las Chumberas

