
Un centenar de feligreses, entre ellos numerosos jóvenes y niños, participaron este fin de semana en la peregrinación jubilar organizada por las cinco parroquias de Adra hasta la localidad de Abla y el Santuario Diocesano de Tices, en el marco del Año Santo que vive la Iglesia universal.
Los peregrinos llegaron a Abla en la mañana del sábado 15 de noviembre alrededor de las 10:00 h, donde fueron acogidos por representantes de la parroquia anfitriona y por miembros de la Fusión de Cofradías de la localidad. El itinerario espiritual comenzó con un momento de oración en la Ermita de las Maravillas, desde donde se inició la caminata jubilar entre cantos en dirección al templo jubilar de Abla.
A la llegada al templo, los fieles fueron recibidos por el párroco, D. Antonio Jesús González, con quien realizaron la estación jubilar y oraron ante la presencia del Señor. Tras ello, los vecinos de Abla ofrecieron un desayuno fraterno a todos los participantes.
La peregrinación continuó con una explicación histórica y espiritual del templo y una meditación sobre San Segundo, varón apostólico, así como sobre los santos mártires Isacio, Crotato y Apolo, soldados romanos martirizados en Abla hacia el año 600 por su fe. También se hizo referencia a la devoción a la Virgen del Buen Suceso, cuyo auxilio alentó el testimonio de fe de estos mártires.
A las 12:30 h se celebró la Santa Misa, presidida por el párroco de Adra, D. Samuel Olvera, quien en su homilía invitó a los fieles a vivir la esperanza cristiana como fundamento sólido de la vida espiritual, a ejemplo de San Segundo y de los Santos Mártires.
Tras la Eucaristía, los peregrinos se desplazaron al Santuario Diocesano de Tices, donde tuvieron un encuentro de oración ante el Santísimo Sacramento y compartieron una comida fraterna. La jornada concluyó lo con una visita a la Virgen de Consolación en Ohanes, desde donde emprendieron el regreso a Adra.

