
Bajo el lema “S.P.E.S.: La esperanza no defrauda” (Rm 5,5), más de un centenar de adolescentes participaron los días 7 y 8 de noviembre en el encuentro diocesano Kairós, marcado por la alegría, la fe compartida y el testimonio de su patrón, san Carlo Acutis, “el adolescente que descubrió que la Eucaristía es la autopista al cielo”.
Durante las dos jornadas, los jóvenes vivieron dinámicas, talleres y momentos de oración que los invitaron a redescubrir la fe y la esperanza como fuerza transformadora.
El momento central del encuentro tuvo lugar el sábado por la tarde, con la celebración del Jubileo de los Adolescentes, al que se unieron, también, los Scouts Católicos de Jaén. Así, los jóvenes se dirigieron desde la Casa de la Iglesia a la parroquia de la Merced, templo jubilar de acogida, donde dio comienzo la celebración, en presencia de nuestro Obispo, Don Sebastián Chico Martínez. Con alegría y entonando diferentes cantos, la procesión partió desde allí hacia la S.I. a Catedral, donde fueron recibidos con el repique festivo de campanas en señal de bienvenida.
La celebración eucarística, presidida por Monseñor Chico Martínez y concelebrada por el Delegado de Infancia y Juventud, D. Antonio Blanca; el Director del Secretariado para la Infancia y Adolescencia, D. Manuel Jesús Ceacero; el Consiliario del Secretariado de acompañamiento y animación del movimiento diocesano Kairós, Miguel Ángel Solas; el Vicerrector del Semanario y Delegado de Pastoral Vocacional, D. Pepe Navarrete; y el Secretario Particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova.
Las lecturas, la oración de los fieles y las ofrendas fueron participadas por propios adolescentes. El Evangelio fue proclamado por el diácono permanente, D. Jesús Beltrán. Y la capilla musical corrió a cargo del coro del Coro de la parroquia de La Inmaculada de Mengíbar.

Homilía
Durante su homilía, el Obispo se dirigió a los jóvenes para recordarles que ese encuentro era un momento privilegiado para descubrir la acción de Dios en sus vidas. “Este Jubileo quiere recordaros que no estáis secos, que Dios no os ha abandonado nunca, que dentro de vosotros hay una fuente que no se agota”. Y comparando a los adolescentes con el río del profeta Ezequiel, añadió: “Ese río es Dios mismo, que quiere entrar en vuestra vida… y cuando se le deja, nada vuelve a ser igual. Él es agua viva que no ahoga, sino que sana, refresca y empuja hacia adelante”.
Asimismo, Monseñor Chico Martínez subrayó la dignidad y el valor de cada persona, recordando que Dios habita en el corazón de los jóvenes. “Dios habita en vosotros. Y esto, queridos hijos, es la mejor noticia que podíais escuchar en un Jubileo: Dios ha puesto su casa dentro de vuestra vida, dentro de vuestra historia concreta, con todo lo bueno y lo difícil que tenga”. Para continuar: “No sois un error; no estáis solos; no sois poca cosa; no necesitáis parecer para valer: ya valéis, porque Dios vive en vosotros”.
Además, Don Sebastián, dirigiéndose a los adolescentes, que viven muchas veces entre dudas e inseguridades, les pidió que confiaran en la presencia transformadora de Cristo. “Dejad que Cristo entre en vuestro templo interior. Dejad que limpie lo que hace ruido, lo que os roba la paz, lo que os quita libertad. A veces os llenáis de cosas que solo os cansan: la presión por gustar siempre, la comparación constante, el miedo a no encajar, las heridas que nadie ve… Jesús no entra para regañar: entra para liberar”.

Del mismo modo, el Pastor diocesano quiso recordarles que el Jubileo no era una meta, sino un punto de partida. “Este Jubileo no termina aquí. Empieza aquí. Vosotros, que estáis cerrando el Encuentro Kairós, sois como ese río de Ezequiel: llamados a llevar vida donde estéis. Cuidando vuestro templo interior, haciendo sitio a Jesús cada día, viviendo la fe sin vergüenza, con alegría y con valentía”.
Un momento especialmente emotivo fue cuando Don Sebastián habló de su patrón, san Carlo Acutis, recientemente canonizado, a quien presentó como ejemplo luminoso para los jóvenes de hoy. “El Santo Padre lo presentó como un joven enamorado de Jesús y dispuesto a dar todo por Él”. Y añadió: “su vida demuestra que la santidad no es cosa de viejos, ni de personas separadas del mundo, ¡sino de adolescentes como vosotros!” Y en este sentido citó una de las frases más conocidas del nuevo santo: “Cuando nos ponemos ante Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos”, exhortando a los jóvenes a descubrir que la santidad se construye en lo cotidiano: “en el estudio, el deporte, el grupo, el servicio, la familia… Él vivía su vida diaria integrado en todo eso, y la transformó con su amistad con Cristo”.
El Obispo quiso concluir con un mensaje de aliento y confianza en el amor de Dios. “Dios sueña con vosotros. Y sus sueños son más grandes que todos los miedos que lleváis dentro”. Así, los invitó a seguir caminando con entusiasmo para que sean “jóvenes de agua viva, jóvenes de esperanza, jóvenes que no se conforman con lo poco, jóvenes que saben que pueden ser santos”.
Al finalizar la Comunión, y como parte de la celebración jubilar, D. Antonio Blanca, llevó hasta el presbiterio el Santo Rostro, ante el que se pidió por las intenciones del Santo Padre. Posteriormente, el Pastor diocesano impartía, con esta reliquia, la bendición solemne.

Finalmente, con un canto a la Santísima Virgen y la veneración de una reliquia de san Carlo Acutis concluía esta celebración jubilar que llenó de esperanza los corazones de los adolescentes de la Diócesis.
Galería fotográfica: «Jubileo de Adolescentes»
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