El magnífico templo de Santa María de los Reales Alcázares, emblema de la ciudad de Úbeda, patrimonio de la humanidad, ya ostenta el título de Basílica Menor. El título de Basílica Menor es una distinción concedida por el Papa a aquellas iglesias más importantes que, en atención a su historia y cultura, vida litúrgica y pastoral, son particularmente significativas.
La concesión del título de Basílica Menor procura fortalecer la vinculación con la Iglesia de Roma y con el Santo Padre, al tiempo que promueve su ejemplaridad como centro de especial acción litúrgica y pastoral en el país y en la Diócesis.
La Misa de Acción de Gracias por la concesión por parte de la Santa sede a este templo del título de Basílica Menor fue presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López y concelebrada por el Sr. Obispo emérito de Cádiz y Ceuta, D. Antonio Ceballos; el Sr. Vicario General, D. Francisco J. Martínez Rojas; los Rectores de Santa María de los Reales Alcázares, D. Antonio Vela y D. Juan Raya Marín; así como una decena de sacerdotes, tanto de Úbeda como del resto de la diócesis.
Al inicio de la celebración D. Juan Raya procedió a la lectura del Decreto por el que se proclamaba el templo como Basílica Menor. A continuación, colocaron el conopeo y el tintinábulo en el Altar Mayor, como símbolo de la dignidad papal y muestra de la unión con el Pontífice.
Durante su homilía el Sr. Obispo indicaba que «el motivo fundamental de esta celebración, como conocen, es hacer oficial y público, el reconocimiento pontificio a favor de esta histórica Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares, con el título de Basílica Menor. Podrá ostentar, en el futuro, como hemos escuchado, el símbolo pontificio de las llaves de Pedro en sus estandartes, utensilios litúrgicos y escudo o sello para sus documentos. Tendrá, además, para siempre el privilegio de poder alcanzar los fieles, en este Templo Indulgencia Plenaria con las condiciones acostumbradas para ello en los días que se han señalado en la monición y que deberán ponerse en conocimiento de los fieles anualmente».
A continuación, el Sr. Obispo enumeró los compromisos que asumen los rectores de este templo: «Promover la formación litúrgica en todo su alcance a favor de los fieles, a través de cursos específicos; atender con especial esmero tanto a las celebraciones eucarísticas como de la liturgia de las Horas, especialmente de los Laudes y Vísperas, así como de otras formas de piedad; procurar en las acciones litúrgicas cantos en los que participe el pueblo fiel, sobre todo del Credo y Paternoster en latín, con melodías gregorianas, en la medida de lo posible; manifestar el vínculo especial de comunión que une a la Basílica menor con la Cátedra Romana de Pedro, mediante la preparación e información a las parroquias y fieles de la Ciudad de Úbeda sobre las celebraciones anuales en que pueden alcanzar indulgencia plenaria, sobre todo, en las fiestas de la Cátedra de san Pedro (22 de febrero) y Solemnidad de San Pedro y de San Pablo (29 de junio). Sería también de interés estrechar los lazos de esta Basílica con la Catedral y Cabildo de Jaén, reanimando de nuevo la historia de estas relaciones en su época de Colegiata».
Asimismo, D. Ramón aseguraba que «mucho ha tenido que ver para la concesión del presente título pontificio la profunda veneración que se tributa en el mismo a la Patrona de este Ciudad, la Virgen de Guadalupe. Así me lo han expresado personalmente tanto en la Conferencia Episcopal Española, como en la propia Congregación para el Culto divino. Ella sabe que le encomendé este proyecto desde que se procedió a la reapertura de esta Iglesias para el culto, después de permanecer cerrada por obras durante 28 años, ha sido ella, estoy seguro, quien ha ido abriendo camino al expediente. Por ello damos gracias a nuestra Madre y Patrona al tiempo que adquirimos el compromiso de que, en todo tiempo, su imagen se encuentre en esta Iglesia, como en su santuario propio».
Por su parte, D. Antonio Vela, quiso dar las gracias a Dios por la proclamación de la Iglesia como Basílica Menor. «Hablo en hombre de mi compañero y hermano Juan y en el mío propio. No podíamos dejar pasar este momento sin agradecer lo acontecido esta tarde en este templo. Agradecer a Dios, que sin méritos propios ha permitido que se le diese la dignidad de Basílica Menor a la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares, siendo nosotros rectores de la misma. Gracias Dios mío en el nombre de toda la ciudad de Úbeda, que después de haber estado pacientes durante treinta largos años, para que se reabriera al culto esta iglesia referente a lo largo de la historia de la fe del pueblo, y a los cuatro años de su reapertura, haz hecho posible que este templo recupere el esplendor que se merece, tanto por la belleza de sus muros, como por lo que supone para la espiritualidad de los cristianos en Úbeda».
Asimismo, Vela quiso agradecer a los párrocos anteriores, a las Cofradías y a la ciudad de Úbeda, en general, la entrega, la disponibilidad y la devoción al templo.
La ceremonia contó con la asistencia del Alcalde de la ciudad, representantes de la corporación municipal, autoridades civiles y militares, el Presidente de la Agrupación arciprestal y de la Unión Local de Cofradías de Úbeda y miembros de las distintas cofradías con sede canónica en el templo. Además, multitud de fieles abarrotaban las naves del templo.
La eucaristía culminaba con la inauguración de una placa conmemorativa, el escudo de la Basílica Menor y las insignias pontificias.