

Del 18 al 24 de octubre se ha celebrado la peregrinación jubilar a Roma, organizada por las parroquias de Pedro Martínez, Alamedilla, Alquife, La Calahorra y Aldeire. Han participado feligreses de estas parroquias, pero también de otras. Ya de vuelta, es momento de compartir lo que ha supuesto esta experiencia para todos: una oportunidad que no solo ha servido para conocer Italia y el Vaticano, sino que, sobre todo, ha permitido participar en el Jubileo de la Esperanza junto a cristianos de todo el mundo.
Para muchos, esta experiencia ha sido un cúmulo de primeras veces: El primer vuelo en avión, la primera visita a Italia y al Vaticano, la primera visita a Asís y, para muchos, la primera vez que veían tan cerca a un papa, ya que participamos en la Audiencia General del miércoles 22 de octubre, en una abarrotadísima Plaza de San Pedro. Por esa razón, la Audiencia, prevista inicialmente en el Aula Pablo VI, se trasladó a la plaza.
También fue la oportunidad de ponerse frente a las tumbas de tres santos mundialmente conocidos. Dos de ellos —San Francisco de Asís y Santa Clara— son pilares de la tradición de la Iglesia por su época, su humildad, pobreza, castidad y obediencia, pero, sobre todo, por su amor a la paz y a la “casa común”, a la creación. El tercero, San Carlos Acutis, fue canonizado recientemente por el papa León XIV, tras aplazarse su canonización a causa de la muerte del querido papa Francisco. San Carlos, el “influencer de Dios”, es el santo que invita a los jóvenes —y también a los no tan jóvenes— de esta era digital a vivir su fe con autenticidad y pasión eucarística.
Ha sido especialmente bonito poder encontrarnos y compartir momentos en Roma con nuestro hermano sacerdote José María Tortosa, actual párroco de Santa María del Soccorso, una comunidad de la periferia romana donde ejerce su labor pastoral como miembro de la Asociación de Sacerdotes del Prado.
Esta peregrinación comenzó a gestarse el año pasado, mientras ultimábamos la anterior a Lourdes. Entonces se decidió que el siguiente destino sería Italia, con paradas en Florencia, Asís y, sobre todo, Roma, aprovechando que este 2025 es el Año Jubilar de la Esperanza. Posiblemente seamos una de las pocas parroquias de la diócesis de Guadix que ha peregrinado este año a Roma, y, además, en tan buen número, a la tumba de San Pedro. La verdad es que no es de extrañar que otros sacerdotes no se hayan animado: organizar un viaje a Roma con 53 peregrinos —entre ellos personas mayores de 80 años y algunas con dificultades motoras— no es tarea sencilla… y menos aún en un Año Santo, cuando la ciudad está rebosante de peregrinos y cada día parece domingo por la cantidad de personas.
En lo personal, ha sido una experiencia tan gratificante como agotadora. El jueves 16 de octubre inicié mi peregrinación para participar, como director del secretariado diocesano de Pastoral Gitana, en el Jubileo de los Romaníes, Sinti y Nómadas, dentro del cual estaban también los gitanos. Tras concluir el Jubileo el domingo 19, llegó el momento de despedirme de los 80 gitanos españoles que participaron —entre ellos los delegados diocesanos y directores del Secretariado Gitano— para tomar un par de trenes y llegar, ya entrada la noche, a Montecatini, donde esperaban los peregrinos de Pedro Martínez, Alamedilla, La Calahorra, Aldeire, Ferreira, Dólar y Huélago, acompañados por José Manuel Suárez, párroco de cuatro de esas comunidades del Arciprestazgo del Marquesado.
El Jubileo en Roma, tras las distintas visitas a plazas, museos y monumentos, concluyó con una emotiva visita a la Basílica de Santa María la Mayor, donde pudimos rezar ante la tumba del querido papa Francisco, un momento lleno de gratitud, recogimiento y esperanza.
Finalmente, a las 6:30 h de la mañana del viernes 24 de octubre, tras muchas horas de viaje, el último peregrino llegaba por fin a su hogar. Se cerraba así una peregrinación llena de oración, fraternidad, risas, mucha pasta, alguna que otra pizza y gelato, pero, sobre todo, días jubilares vividos con el corazón puesto en Cristo y en torno al papa León XIV.
Juan Diego Tapia
Párroco de Pedro Martínez y Alamedilla

