
María no nos juzga. Señaló Manuel Marrero uno de los párrocos de la zona. Con ella siempre podemos contar. Ella guarda en su corazon el sufrimiento y el dolor. Pedir ayuda es signo de valentía, no de debilidad. Tú siempre estás ahí iluminado con la luz que es tu Hijo, en medio de la oscuridad de la noche. No nos dejes solos, madre.
La Virgen va camino de los Gladiolos.