
La Plataforma Ecosocial Laudato Si’ de Málaga, en la que se integran entidades eclesiales como parroquias, movimientos y la propia Vicaría para la Acción Sociocaritativa de Málaga, así como el Centro Superior de Estudios Teológicos, recoge firmas para promover que la inversión del estadio «La Rosaleda» a proyectos ecosociales en Málaga.
Se puede firmar la adhesión aquí.
En su comunicado, afirman:
«Tras la renuncia de Málaga como sede del Mundial de Fútbol, la Plataforma Ecosocial Laudato Si’ Málaga hace un llamamiento al Ayuntamiento, a la Diputación y a la Junta de Andalucía para que no retiren los 270 millones de euros que tenían previstos gastar en la remodelación del estadio.
Ahora que este enorme presupuesto ya no se destinará a infraestructuras deportivas, pedimos con firmeza que se invierta íntegramente en responder a los problemas reales y urgentes que sufre Málaga. Una ciudad que arrastra graves déficits en cuestiones tan fundamentales como el acceso a una vivienda digna, el impacto de las islas de calor urbanas, la falta de espacios verdes o la atención adecuada a las personas más vulnerables.
Por ello, proponemos que esos 270 millones se conviertan en un fondo extraordinario para financiar proyectos con impacto ecosocial, ya sea mediante iniciativas directas de las administraciones públicas o apoyando económicamente a las entidades del tercer sector que trabajan día a día por el bienestar de los habitantes de la ciudad.
Entre las prioridades urgentes que señalamos destacan:
• Atención a las personas en situación de vulnerabilidad, poniendo el foco especialmente en quienes no tienen hogar, con programas de acompañamiento, acceso a recursos básicos y oportunidades reales de inserción.
• Creación de una red de refugios climáticos, espacios acondicionados y accesibles que permitan proteger a la población durante episodios extremos de calor, cada vez más frecuentes y peligrosos.
• Naturalización de la ciudad, con especial atención a los barrios más afectados por el fenómeno de las islas de calor, mediante la plantación masiva de árboles, la creación de corredores verdes y la recuperación de espacios degradados.
• Ampliar los recursos sociales destinados a ayudas para el alquiler y a garantizar el derecho universal a una vivienda digna.
• Mejorar la eficiencia y la accesibilidad al transporte público y a la movilidad sostenible de la ciudadanía.
Málaga tiene la oportunidad histórica de redirigir este importante presupuesto para sembrar futuro, dignidad y calidad de vida. Es hora de apostar de verdad por una ciudad más justa, saludable y resiliente, que ponga en el centro a las personas y a nuestro entorno común».