Una delegación de la asociación CECO (Ciegos Españoles Católicos) de Málaga ha participado en las Jornadas Nacionales de Convivencia que tuvieron lugar a finales de mayo y principios de junio en Zaragoza.
«El hecho de haber celebrado este evento en la capital aragonesa tiene un significado muy especial para nosotros, los miembros de CECO, ya que nuestra Asociación se gestó en ella, por iniciativa del zaragozano Luis García y Martínez de Aguirre el cual, al quedarse ciego, tuvo la inspiración de fundar CECO con el fin de ayudar y acompañar en el camino de la fe a personas con discapacidad visual», explican desde la Asociación.
Un centenar de miembros de CECO procedentes de las diócesis de Bilbao, León, Madrid, Málaga, Santander, Toledo, Valencia y Zaragoza.
Las jornadas dieron comienzo en la tarde del viernes día 30 de mayo, con un acto de apertura que estuvo presidido por el arzobispo de Zaragoza y presidente de la Comisión Episcopal para los Laicos Familia y Vida, D. Carlos Escribano, quien estuvo acompañado en la mesa presidencial por Wiliam Otálvaro, consiliario de Apostolado Seglar y presidente de la Mesa por la Discapacidad de la diócesis de Zaragoza; José Luis Catalán, presidente del Consejo Territorial de la Once en Aragón; María Antonia Caselles, presidenta nacional de CECO; Pilar Marquina, coordinadora de CECO en la diócesis de Zaragoza; y Fernando Urdiola, consiliario de CECO en la diócesis de Zaragoza. También estuvieron presentes otros representantes de la ONCE en Aragón, como su delegada territorial, Raquel Pérez.
Tras la presentación de los participantes de las distintas diócesis tuvo lugar la celebración de la Eucaristía de bienvenida, en la Casa de la Iglesia, en la que «pudimos dar gracias a Dios por habernos podido reunir tan cerca de nuestra Madre, la Virgen del Pilar. El sábado por la mañana celebramos la Santa Misa con el rezo de Laudes en la Parroquieta de la Seo. A continuación pudimos disfrutar de una visita guiada —y adaptada a nuestro colectivo— de la Catedral de la Seo, tanto de su interior como de su entorno, en la que pudieron apreciar las huellas que a lo largo de la historia han ido dejando las culturas: cristiana, musulmana y judía. Por la tarde tuvimos dos eventos muy enriquecedores para todos los asistentes. En primer lugar, una interesante charla impartida por Pablo Vadillo con el sugerente título de: “El papel de las personas con discapacidad en una Iglesia sinodal: hospitalidad, participación y profecía”. Tras su impecable exposición y el coloquio mantenido con los asistentes, el ponente concluyó afirmando que «sin las personas con discapacidad, la iglesia no está completa». En segundo lugar, una sesión de trabajo por grupos y su posterior puesta en común en las que pudimos conocer la forma en que las diferentes diócesis trabajamos los tres pilares sobre los que se asientan nuestra Asociación y que están recogidos en nuestro lema: “Oración, formación y servicio”».
El domingo 1 de junio celebraron su Asamblea General Ordinaria en la que, entre otras cosas aprobaron, por unanimidad, la reforma de sus estatutos propuesta por la Junta Nacional. Finalizada la Asamblea, para poner broche de oro a las Jornadas, se dirigieron a la Basílica del Pilar para participar de forma activa en la Santa Misa, y agradecer a nuestra Madre el buen desarrollo de las Jornadas.
