
El 25 de mayo es la Pascua del Enfermo
El papa Francisco, recientemente fallecido, nos invitaba a vivir la Cuaresma como un tiempo de curación, especialmente durante el Jubileo. Lo hacía desde su experiencia de enfermedad, tras haber sido hospitalizado por una neumonía que, finalmente, lo llevó a la casa del Padre.
En este contexto, los enfermos, desde la profundidad de su fragilidad, se unen también al ritmo de la Iglesia y sus tiempos litúrgicos. En este Año del Jubileo de la Esperanza, el hospital se convierte en un lugar privilegiado donde la fe se vive de forma muy especial.
La Cuaresma, tiempo de gracia, oración, penitencia y conversión, nos invita a mirar al Crucificado con esperanza. Y la Pascua, tiempo de Resurrección, nos renueva como cristianos, llamándonos a vivir con alegría el Misterio Pascual.
En el Hospital Comarcal de Baza, estos tiempos se hacen vida a través del acompañamiento, la escucha y el consuelo a los enfermos. Aliviar su angustia es, en definitiva, transmitir esperanza, anunciar que la muerte no tiene la última palabra.
La labor del capellán en todo tiempo es acercar al enfermo al anuncio de la Resurrección, a esa vida nueva y renovada que Cristo nos ofrece. Jesús se entrega por nosotros, derrama su sangre para el perdón de los pecados y nos libera del poder de la muerte.
Así es como se ha vivido la Cuaresma y como ahora se celebra la Pascua en el hospital: como un tiempo de gracia, de renovación interior, y de profunda alegría por el triunfo de la vida sobre la muerte.
En este tiempo de Pascua, con gran alegría, nos unimos a toda la Iglesia universal en oración por el nuevo papa León XIV: que el Señor lo guíe, lo ilumine y lo asista en su misión de llevar con sabiduría y fortaleza la nave de la Iglesia en la que todos navegamos.
Rafael Tenorio
Capellán del Hospital Comarcal de Baza y director del secretariado diocesano de Pastoral de la Salud.