“Pido a Dios un corazón sabio e inteligente para ser bondadoso y comprensivo con los pobres, con los inmigrantes y con todos los necesitados”
La Diócesis Nivariense ya cuenta con su decimotercer obispo.
Eloy Santiago, nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 8 de septiembre de 1973, es desde este 1 de mayo, obispo y pastor de la Iglesia particular que peregrina en La Palma, La Gomera, El Hierro y Tenerife.
La Catedral de La Laguna, y sus aledaños, lucieron una preciosa estampa con cientos de fieles que quisieron compartir junto al nuevo prelado nivariense este día. De igual forma ocurrió en el Hospital de Dolores y la calle San Agustín, donde a través de pantallas se pudo seguir la celebración. Aunque había una ligera posibilidad de lluvia, nada empañó que la jornada transcurriera sin incidencias meteorológicas en el exterior del templo.
Eloy Santiago fue ordenado obispo por el nuncio apostólico, Bernardito Cleopas y junto a él concelebraron los obispos titular y auxiliar de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos y Cristóbal Déniz, respectivamente.
Además, acudieron a la celebración 2 nuncios (de las nunciaturas de España y Portugal), 14 obispos (3 de ellos eméritos), y en torno a 265 sacerdotes, tanto diocesanos como venidos de fuera de la provincia.
Para Eloy Santiago fue muy significativa la presencia del presbítero Miguel Antonio Lantigua, quien fuera su rector en la época del Seminario. Por tal motivo, en la primera parte de la liturgia, Lantigua estuvo sentado al lado del nuevo obispo.
En esta emotiva jornada también participaron numerosos responsables públicos. Entre ellos, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el vicepresidente del Cabildo Insular, Lope Afonso; el subdelegado del Gobierno, Jesús Javier Plata; el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez y el teniente general jefe de mando de Canarias, Julio Salom, entre otros.
Tras la procesión del clero hasta la Catedral dio inicio la celebración en la que el Orfeón La Paz y el Coro Epifanía se encargaron de la parte musical.
Se trató de una ceremonia muy rica en signos en la que se leyó la bula papal del nombramiento de Eloy Santiago como nuevo obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna. Asimismo, durante la liturgia, monseñor Santiago realizó las promesas de la ordenación y se postró en el suelo para pedir a Dios, a María y a los santos, el derrame de la gracia sobre él.
Más adelante llegaría el esperado momento de la imposición de manos por parte del nuncio. A continuación, acercándose sucesivamente, hicieron lo propio los demás obispos. Seguidamente, Bernardito Cleopas tomó el libro de los Evangelios que fue abierto sobre la cabeza del obispo ordenante. Tras la unción con el Santo Crisma y la entrega del Evangelio y de las insignias episcopales, finalizó la liturgia de la ordenación.
El nuevo obispo, sentado por primera vez en su cátedra, recibió un caluroso aplauso por parte de todos los presentes en el principal templo de la diócesis. Posteriormente, Santiago se levantó para recibir el saludo del nuncio, de todos los obispos y de un grupo representativo de la diócesis, en señal de acogida en el Colegio Episcopal.
Durante la homilía, el nuncio apostólico agradeció el trabajo realizado en beneficio de la Diócesis Nivariense tanto del obispo emérito, Bernardo Álvarez, como del administrador diocesano, Antonio Pérez. Asimismo, monseñor Cleopas centró su mensaje en la importancia de la esperanza. “Un obispo debe ser siempre un hombre esperanzado y un hombre de esperanza. La esperanza de la que nos habla San Pablo debe encender el optimismo y nos debe hacer pensar que no hay almas perdidas. Jesús no cuida de forma anónima a su rebaño, sino que llega a conocer una a una a sus ovejas”. En este sentido, dirigiéndose al nuevo obispo expresó: “¡Querido hermano! Acércate a cada uno de los sacerdotes de esta diócesis. Acércate al pueblo. Ten el corazón abierto a todos sus problemas. Sé para ellos”.
En la última parte de la celebración se vivió también un momento que suscitó mucha alegría y entusiasmo. Eloy Santiago saludó tanto a los presentes en el templo, como a las personas que siguieron la ceremonia en el exterior. Seguidamente, tomó la palabra para dirigir su primer mensaje como obispo de estas tierras. “Que el Señor me conceda un corazón sabio e inteligente”, fue el deseo expresado por el prelado Nivariense. Un corazón sabio e inteligente para anunciar con fidelidad y constancia el Evangelio de Jesucristo, edificar la Iglesia, ser bondadoso y comprensivo con los pobres, con los inmigrantes, con todos los necesitados y cuidar al Pueblo de Dios que me ha sido confiado”.
En la última parte de su mensaje, Santiago dio gracias a Dios por tantas personas que lo han arropado durante su vida y, especialmente, en este último tiempo; familiares, amigos, al nuncio, arzobispos y obispos, sacerdotes, vida consagrada, etc.
Antes de concluir, Santiago también reconoció la labor realizada por su predecesor, Bernardo Álvarez, que muy emocionado, recibió un intenso aplauso. Asimismo, valoró el trabajo llevado a cabo por quien en estos últimos meses ha estado al cargo de la diócesis como administrador diocesano, Antonio Pérez. “Quizás la persona más feliz en este día”, enfatizó a modo de broma despertando la risa tanto de Antonio, como de los presentes. “Gracias de corazón y que el Señor les premie sus desvelos y el cariño con el que han realizado esta misión que les fue confiada”.
La celebración concluyó con la veneración a la patrona de la diócesis, la Virgen de los Remedios, y la bendición final.
[embedded content]