
El pasado, sábado,1de marzo, en la parroquia de San Miguel Arcángel, de Guadix, con el acompañamiento de las Religiosas Hijas de la Sagrada Familia, se llevó a efecto la ceremonia de “Consagración total a Jesús por María” de un grupo de feligreses. La Eucaristía fue presidida por el sacerdote Sergio Villalba.
Esta consagración fue dictada bajo el método de San Luis María Grignion de Monfort, en base al “Tratado de la Verdadera Devoción”, quien basó su espiritualidad en “reproducir a Jesús crucificado en nosotros” y “hacerlo a través de la Consagración a María como esclavo de amor”.
Este apostolado es propio de la congregación de las, Hijas de la Sagrada Familia, que tiene como espiritualidad vivir una verdadera vida de unión con María Santísima para «seguir el camino que siguió́ el Señor al venir al mundo, que sigue y seguirá usando». En palabras de nuestra Madre fundadora: “buscamos la semejanza con Jesús, haciéndonos esclavas de amor por su Madre porque «esclava de María es cualquier alma fiel, incluso la Iglesia universal»”.
Previo a la consagración, hay unas catequesis de formación doctrinal, moral y humana. Este proceso culmina con la ceremonia pública en la que los feligreses renuevan las “promesas bautismales” y se entregan voluntariamente a una verdadera devoción a la Santísima Virgen María, como medio de vivencia de una vida cristiana en santidad.
Esta espiritualidad de consagrarse a Jesús por medio de la Virgen exige vivir como leales apóstoles del Señor en el cumplimiento de sus Bienaventuranzas, de sus preceptos y consejos, de su doctrina y de todas sus palabras, como Ella misma lo pide: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,5).
Dicha ceremonia se llevó a cabo en un ambiente solemne y fraterno. En la homilía, el sacerdote animó e hizo énfasis en que la consagración es un medio que conduce a la santidad de vida y que cambia notoriamente en la sociedad la vida de quienes optan por este camino.
Finalmente, el acto concluyó con la entrega de un diploma, como constancia de dicha consagración.
- María Cor
Hija de la Sagrada Familia