El pasado sábado, 15 de febrero, los adolescentes Kairós, sus acompañantes y el equipo diocesano nos reuníamos en el Centro Pastoral Sagrada Familia de La Guardia, para tener un día de retiro.
Inside (dentro, en inglés) fue el lema elegido para esta ocasión, pues buscábamos mirar dentro de cada uno de nosotros para ver qué tenemos y qué necesitamos.
Comenzamos, a las 11 de la mañana, con la acogida de los distintos grupos Kairós que participaron: Baeza, Cambil, Jaén, Jódar, Mengíbar, Villargordo, La Guardia y las parroquias de Mágina Norte. Cada grupo preparó una diferente forma de presentación: cantando, bailando, haciendo teatro…
Y ya pasamos a la parte central de la jornada. Comenzamos viendo un vídeo, El país de los pozos, en el que a través de una parábola pone en evidencia la necesidad de elegir entre el “ser” y el “tener”. Esta pequeña historia aborda el proceso de tener que elegir entre el vivir en la superficie o en el fondo del pozo, basarnos en la mera apariencia o en los valores que realmente construyen una persona.
A continuación, en el tiempo de descanso y desayuno, se aprovechó para formar los grupos, que los participantes pudieron constituir libremente, mezclándose entre ellos, con la única consigna de tener que ser de, al menos, dos parroquias distintas. Una vez hechos los grupos, y acompañados por un/una acompañante joven y un adulto, reflexionaron sobre esta parábola que acababan de ver.
Una vez terminada esta reflexión tanto grupal como individual, un representante de cada grupo compartió con todos los demás lo que más les había llamado la atención o lo que habían sentido.
Tras la comida, los chicos y chicas tuvieron un buen rato de tiempo libre para hablar, conocerse entre ellos, jugar a diferentes juegos de mesa… todo ello en una ambiente muy distendido y bonito.
De ahí pasamos a la capilla para prepararnos para la oración final, pero antes, conocimos a Isabel, que nos contó su testimonio de vida y de fe, un testimonio íntimo y sincero en el que pudimos comprobar cómo ella, al igual que los pozos, había buscado llenar su vida de cosas materiales hasta que se había vaciado y había encontrado su felicidad en Dios, pasando de la increencia a la fe.
La oración, para seguir con el hilo conductor del retiro, estaba basada en el agua, para ponernos delante de Él que, en las manos de María, Madre de los Adolescentes, se presentaba como el manantial de Agua Viva que sacia nuestra sed. Durante la oración, tuvimos un pequeño gesto: cada uno de los presentes escribimos en un papel aquello a lo que queremos renunciar para sacarlo de nuestro pozo y dejar ese espacio para Dios.
Y la tarde no podía terminar sin las fotos familiares y una estupenda merienda que, gracias a la comunidad parroquial que nos acogió, pudimos disfrutar.
Damos gracias a Dios por todo lo vivido este día y esperamos que este retiro haya servido para recargar las pilas para todo lo que nos resta de curso.
Equipo diocesano Kairós