Algarrobo Zona Arqueológica de Trayamar

Diócesis de Málaga
Diócesis de Málagahttps://www.diocesismalaga.es/
La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Está situada en una colina de poca altura, en el margen occidental del río Algarrobo. El horario de visita es, de lunes a viernes, de 11.00 a 13.00 horas.

Está situado en una colina de poca altura en el margen occidental del río Algarrobo. En un primer momento se pudieron documentar cinco tumbas de cámara fenicias, de carácter colectivo, de las que hoy sólo se conserva una. Este conjunto se completaba con otras tumbas de pozo según datos historiográficos. La datación de la necrópolis se señala entre mediados del siglo VII y el año 600 a.n.e. La única tumba conservada tiene cámara de forma rectangular, contando con muros de sillares muy trabajados, pero tamaño desigual. En su interior se encontró abundante cerámica de barniz rojo como ánforas, tapaderas de botón, jarros de boca trilobulada y de seta, platos, lucernas y quema perfumes. Además de cuentas de collar de ámbar, joyas y una fíbula de doble resorte.

Los investigadores indican que este espacio funerario está relacionado directamente con el asentamiento de Morro de Mezquitilla que se encuentra frente a él, al otro lado del río, como es habitual en el modelo fenicio de ocupación del territorio.

Las sepulturas se encuentran a una cierta distancia unas de otras y tienen una orientación también dispar. Las tumbas 1 y 5 abren su entrada hacia el noreste, la número 3 al este, mientras que la 2 y la 4 la orientan al sureste.

Las cámaras fueron construidas con sillares en seco o unidos con barro, mostrando a veces signos de retoque y pulido o excavadas en la roca. Se sabe que todas las sepulturas estaban compuestas por un dromos de acceso o una escalera y por una cámara sepulcral que acogía a varios individuos inhumados o incinerados indistintamente. Es por esto que los autores de las investigaciones las consideran «panteones familiares» reutilizados varias veces.

El techo era de madera, constituido por una estructura a dos aguas, que con la parte inferior, también de madera, enmarcaba un frontón hecho de sillares, bajo el cual se situaba el dintel y la puerta de acceso a la cámara, siempre en uno de los laterales menores o en el centro. Esta quedaba sellada por grandes piedras antes de rellenar el corredor. También se han documentado nichos en su interior, posiblemente para depositar objetos que formaron parte del rito mortuorio.

En algunos casos (cámara 2) las tumbas estaban reforzadas por sillares que sobresalían de la cámara. También se han documentado, antes de su destrucción, pavimento de losas, enlucido del techo y posiblemente también del tejado.

En los casos mejor estudiados, las sepulturas 1 y 4, se han documentado dos fases distintas de deposición, que se asocian a un momento de predominio de la incineración y a otro de inhumación. En la Cámara 4, por ejemplo, las inhumaciones se encuentran muy dispersas debido seguramente a un saqueo antiguo, pero siempre se superponen a las incineraciones.

En relación a los ajuares, en general son abundantes y muy significativos, ya que constituyen un conjunto muy homogéneo y uno de los más antiguos y ricos de los obtenidos hasta ahora en una necrópolis fenicia en España.

Cámara 1:

Es la única que se conserva en la actualidad a pesar de haber sido la primera en descubrirse. Excepto el extremo oeste de la misma, destruido por las obras de la «Fuente del León» el resto está en buen estado, protegido por una casa realizada expresamente con este fin. La cámara tiene forma rectangular (3,80 m x 2,9 m al exterior y 2 m x 1,9 m al interior) orientada este – oeste con la entrada al este. Los muros son de sillares muy trabajados pero de tamaño desigual, colocados a «soga y tizón». El alzado es de 1,5 m de alto con cuatro hileras de piedras, la superior de sillares planos. La puerta está algo descentrada hacia el sur del muro que la acoge (este) y se remata con un dintel y un frontón de 1,9 m. de alto hecho de bloques de talla más descuidada que el resto. Su función fue la de sujetar la techumbre de madera a dos aguas que no se ha conservado. Esta descansaba sobre los muros laterales y sobre el frontón mediante vigas que unían los laterales de la sepultura. Bajo éste, se colocó un techo de tablas a 1,7 metros del suelo de la cámara. El techo debió derrumbarse en pleno uso, por lo que se modificaron los apoyos. Ello permitió constatar dos fases distintas de uso, antes y después del desplome. La rampa de acceso, que parte de la puerta, se excavó en la roca virgen con una inclinación de unos 25 grados. Sus dimensiones son de 6/24 x 0,84m. En su interior se encontró abundante cerámica de barniz rojo como ánforas, tapaderas de botón, jarros de boca trilobulada y de seta, platos, lucernas y quemaperfumes. Además cuentas de collar de ámbar, joyas y una fíbula de doble resorte. De la primera fase de enterrarnientos es un ánfora tosca situada al noreste de la cámara, cercana a la puerta y otra de barniz rojo cercana al centro, un oinocoe de boca trilobulada y una lucerna. De la segunda una nueva ánfora apoyada en el muro de la puerta junto con otra de barniz rojo, un soporte circular y varios oinocoes de boca trilobulada.

Cámara 2:

Aunque sólo se la conoce por los croquis y descripciones de R. Fernández Canivel y los obreros que realizaban los movimientos de tierra, se trataba de una cámara rectangular, orientada este,-oeste, de unos 2,5 m de alto, midiendo en su interior 3,8 m de largo y 2 de ancho. El suelo estaba formado por una doble capa de lajas rellena de caliza. Las paredes eran de bloques rectangulares de caliza de unos 20 a 30 cm de altura que su excavador hace proceder del Cerro del Peñón, en la desembocadura del río Vélez. Los lados largos estaban reforzados en dos puntos por sillares que sobresalían al exterior de la cámara unos 30cm. El foso de construcción de la cámara estaba relleno de piedras irregulares y tierra. La entrada se encontraba en el muro oriental, no se sabe si centrada, y tenía un vano de 1,1 m., limitado por jambas de 0,5 m de anchura. En cuanto a su contenido, se encontraron dos urnas de alabastro al fondo de la cámara, en el muro oeste, estando una de ellas corrida hacia el norte (urna 1) y la otra hacia el sur (urna 2). Ambas contenían restos de incineración de cadáveres entre numerosos huesos. Cerca de la urna 2 aparecieron otros restos cerámicos como soportes, lucernas, etc.. también un peculiar «candelabro de piedra» en interpretación de sus excavadores, compuesto de un fuste de columna y una almohadilla o cojín con cavidad superior circular.

Cámara 3:

De ella sólo se cuenta con las descripciones vagas de los obreros. Parece ser que su extensión era muy parecida a la de la tumba 4 y por tanto algo mayor que la 2. Debió estar construida de sillares en forma rectangular y orientada este-oeste con entrada al este. En su interior se encontró al menos una urna de alabastro con restos de incineración que hoy pertenece a una colección particular. Existen además otros fragmentos de alabastro.

Cámara 4:

A pesar de no conservarse ningún resto de esta cámara, es, como se ha dicho, la mejor estudiada. La tumba tenía orientación este-oeste y sus medidas en el interior eran de 3,8 m x 2,9 m, la mayor de todas las encontradas hasta ahora. Sus muros, de 1,3 m, eran de sillares de caliza dispuestos a soga y tizón en sus tres primeras hiladas. Después debió haber un marco de madera sobre el que apoyó una cuarta hilada de 30140 cm. La función del marco debió ser de refuerzo, aunque lógicamente se perdió al pudrirse la madera. Sobre la cuarta hilada se abrían huecos para la incrustar las vigas. Sobre los muros cortos se disponían dos frontones de sillares poco trabajados sobre los que apoyaba una cubierta a dos aguas. La puerta se localizaba en el muro este, descentrada hacia el muro norte. El vano tenía una altura de 1,67 m x 1,04 de ancho, que se cerró con piedras irregulares. El suelo era de losas de tamaño desigual y sobre él se disponían los ajuares de la primera fase de ocupación en la que se constata el rito de la incineración. Todo ello estuvo cubierto de una capa de arcilla y sobre esta se dispusieron una serie de inhumaciones, que constituyen la segunda fase de uso. El rito había cambiado hacia el predominio de la inhumación. Los esqueletos se encontraron removidos, por lo que sus excavadores concluyen que la cámara fue saqueada, quizás en época romana por el material que aparece en el corredor. El material encontrado en el interior es muy rico: ánforas, soportes, jarros de boca de seta y trilobulada, platos, lucernas, ollas, una fíbula de doble resorte, cuentas de collar, joyas de oro y bronce, y una caja de marfil. Especialmente interesante es un colgante de disco decorado por ambas caras con motivos egiptizantes de una factura con alto nivel técnico.

Cámara 5:

También conocida sólo por las referencias obtenidas de los trabajadores, esta cámara era rectangular y de una longitud de entre 4 y 7 metros, orientándose oeste-este. Aunque no es del todo fiable, algunos testigos dicen que se abría al oeste, al contrario que las demás. Restos de un vaso de alabastro son los únicos testigos del material que contenía su interior.

El material que contuvieron todas estas cámaras se halla depositado en Museo Arqueológico de Málaga y en alguna colección particular.

Fuente: Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, Junta de Andalucía

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