Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), “la educación es un derecho humano fundamental que permite sacar a los hombres y las mujeres de la pobreza, superar las desigualdades y garantizar un desarrollo sostenible”. El derecho a la educación es esencial para superar el hambre, la pobreza y la desigualdad. Por eso, con motivo del Día internacional de la Educación, que tuvo lugar el pasado 24 de enero, Manos Unidas recordó que “invertir en educación es invertir en un futuro mejor para todos”.
La oenegé católica denuncia que en 2024 “casi 250 millones de niños y jóvenes estaban sin escolarizar, y 617 millones no alcanzan niveles mínimos de competencia en lectura y matemáticas. Además, el 25 % de las escuelas primarias en los países más empobrecidos, especialmente en África subsahariana, carecen de servicios básicos como luz eléctrica, agua potable y saneamiento. Y en un mundo tan tecnológico e interconectado como el actual, el 50 % no tiene acceso a ordenadores ni conexión a internet”.
La apuesta de Manos Unidas por la Educación para el Desarrollo
Para abordar esta crisis educativa, Manos Unidas se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4, que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. María José Hernando, del Departamento de Estudios de Manos Unidas, destaca que “la educación es clave para el desarrollo sostenible; sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que afecta a millones de personas”.
Para revertir esta situación, en los últimos cinco años, la ONG ha apoyado 629 proyectos en el sector educativo tanto en Asia como en África y América. La inversión ha sido cercana a los 38 millones de euros.
“La falta de acceso a una educación de calidad perpetúa la desigualdad. Los niños de familias acomodadas tienen tres veces más probabilidades de asistir a la escuela que aquellos de familias en situación de pobreza. Además, los niños cuyas madres han recibido educación tienen más del doble de probabilidades de estar escolarizados”, añade Hernando.
Proyectos educativos de Manos Unidas Sevilla
Por su parte, la delegación de Sevilla de Manos Unidas destinó el pasado año 286.537 euros a cuatro proyectos educativos, de los cuales tres se desarrollaron en India y uno en Etiopía.
Uno de ellos mejoró el nivel de educación y salud de 450 niños en Allahabad, gracias a un importe de 49.879 euros. También en la India, en Sambalpur, se facilitó el acceso a la educación secundaria de niños vulnerables, con la aportación de 118.504 euros; y se promovió la reinserción escolar para niños y niñas sin escolarizar en Uttar Dinajpur, con la inversión de 24.757 euros.
Por otro lado, en Etiopía, Manos Unidas Sevilla ayudó a mejorar las infraestructuras escolares de la escuela primaria de Chacha con una ayuda económica que ascendió a 93.397 euros.
Pacto Educativo Global
Manos Unidas sostiene que el derecho a la educación es irrenunciable para construir un mundo más justo. Sin embargo, explican, “esta educación debe ir acompañada de un cambio de paradigma que promueva una relación más respetuosa con la naturaleza y con los demás. En este sentido, el papa Francisco ha promovido el Pacto Educativo Global, que busca construir una aldea de la educación donde se fomente el diálogo y la inclusión”.
Además de su labor en el terreno educativo, Manos Unidas se dedica a sensibilizar y a trasladar a la sociedad española la importancia de la educación y su impacto en las comunidades del Sur. Y lo hace a través de la Educación para el Desarrollo (EpD), mediante la cual se promueve la reflexión sobre nuestros estilos de vida y cómo estos influyen en la vida de otros.
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