El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses ha presidido hoy la Eucaristía de Navidad de la Curia diocesana. Una celebración que tradicionalmente tiene lugar el día 23 de diciembre y en la que participan los delegados diocesanos de las distintas áreas de Pastoral, así como los trabajadores y colaboradores más estrechos del Palacio Arzobispal.
Durante la homilía, el arzobispo ha destacado la figura del precursor del Mesías, de san Juan Bautista. “Él sí era un influencers, el personaje más influyente de aquel momento, incluso había personas que pensaban que podía ser el Mesías. Pero Juan Bautista tiene clara su misión de precursor que constaba de tres etapas: preparar al camino, señalar al Mesías y desaparecer, sin aferrarse a nada. Juan Bautista, el último gran profeta que une el Antiguo y Nuevo Testamento lo señala y pide que lo sigan a Él, que sigan a Jesús”.
En esta línea dijo que todos en la vida “somos precursores unos de otros, en las familias, los trabajos, la Iglesia y las instituciones, todos hemos sido predecesores y tendremos continuadores”. Sobre esta tarea del precursor, don José Ángel insistió en que “todos hemos de ser precursores de Jesús y llevar a las personas hasta Él, no que se queden centradas en nosotros mismos”.
Exhortó a todos los trabajadores y voluntarios de la Curia diocesana “entrar por caminos de santidad”, porque – advirtió- “sería una pena que estando en medio de las cosas santas acabáramos con una mentalidad un poco funcionarial, no, eso no debe suceder. Somos testigos, apóstoles, enviados del Señor que nos llama con nuestras virtudes y defectos y excelencias y carencias”.
Finalmente, ha concluido su homilía pidiendo para que “Jesús, que nació pobre, humilde y discreto, se haga presente en nuestras vidas esta Navidad, para que seamos mensajeros de esperanza”.
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