Salgamos al encuentro de Cristo

El comienzo del Año litúrgico es sorprendente. La Liturgia de Adviento se estrena en su primer Domingo con las palabras de Jesucristo referidas al final del mundo y sus signos. En la lógica de la esperanza lo primero es el fin. Para vivir el presente es necesario hacer memoria de la enseñanza de Cristo respecto al futuro. En el evangelio del primer Domingo de Adviento encontramos una promesa y una exhortación. Ambas sostienen la esperanza cristiana. Jesús ha prometido que vendrá en gloria y majestad, y con su venida el mundo alcanzará su fin. La venida del Señor en gloria (Parusía) es la finalidad y el término de la historia y de la creación. Surge así la exhortación: la venida de Cristo no nos debe sorprender distraídos. La actitud propia de quien tiene esperanza es la vigilancia. Tal es la invitación insistente de la Liturgia en este tiempo: salgamos animosos al encuentro de Cristo.

Entrar con la Iglesia en la celebración de un nuevo año litúrgico es una oportunidad preciosa para renovar la vida cristiana acompañando a Cristo en los misterios de su vida. La Liturgia nos concede volver cada año a lo mismo, pero nunca de la misma manera. Se nos regala la posibilidad de salir de nuevo al encuentro de Quien primero nos ha encontrado. Con el primer Domingo de Adviento se inaugura un nuevo ciclo de celebraciones que nos permiten participar verdaderamente de los misterios de la vida del Verbo encarnado, para que descubramos que, en realidad, es Él quien se ha hecho nuestro compañero en el camino de la vida. Al encontrar al Señor descubrimos con asombro que Él nos encontró primero.

El Año litúrgico que estrenamos está marcado por el Jubileo Ordinario del Año 2025. Bajo el lema peregrinos de esperanza, el Papa Francisco ha convocado un año jubilar para ofrecer la oportunidad de experimentar, a nivel personal y comunitario, la gracia del perdón y de la reconciliación que Dios nos regala en la Iglesia. La esperanza es el tema central del Jubileo Ordinario del Año 2025. Desea el Papa «que el Jubileo sea para todos ocasión de reavivar la esperanza». Al inicio del presente curso pastoral, en la celebración del viernes 13 de septiembre, propuse tomar la Bula de convocatoria del Jubileo Ordinario del Año 2025, titulada “La esperanza no defrauda” (Spes non confundit) del Papa Francisco (9.5.2024), como guía para toda la diócesis. Donde aún no se haya hecho, vuelvo a pedir que se lea, medite y trabaje, a nivel personal y comunitario, en parroquias, movimientos y comunidades religiosas, este documento del Papa, y que, a su luz, vivamos el nuevo año litúrgico que estrenamos.

 

+ José Rico Pavés

Obispo de Asidonia-Jerez

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