Varios miembros de la Delegación Diocesana de Liturgia, entre ellos el delegado, Alejandro Pérez, se trasladaron a Melilla para impartir un Curso Diocesano de Lectores en dicha ciudad de la diócesis.
«Un precioso Curso Diocesano de Lectores, con una muy buena participación. Regresamos muy agradecidos», afirma el delegado.
Y es que, «la Palabra de Dios es un pilar fundamental de toda celebración litúrgica y es importante que sus servidores reciban la formación adecuada para un ejercicio competente de su ministerio. Contamos, en ocasiones, con muchos lectores y con muy buena voluntad, pero no con el tiempo necesario para su preparación específica», de ahí la necesidad de este servicio diocesano de formación.
Los destinatarios de dicho curso son los actuales lectores instituidos, o no instituidos, de las parroquias, capellanías, instituciones, cofradías, movimientos…, mayores de edad. También aquellos que, en un futuro, pudieran desarrollar este ministerio.