En los siglos XVIII y XIX se popularizan las hermandades del Rosario y sus manifestaciones públicas, especialmente el rosario de la aurora, con sus ritos y sus coplas de campanilleros. Otras hermandades también organizaban sus rosarios de la aurora, a veces con anecdóticos conflictos por horarios e itinerarios, más conocidos en Sevilla y provincia[1], que también ocurrían en nuestros pueblos, como en el caso de La Palma[2].
La imaginería de estos siglos es una clara muestra de la estética barroca: figuras movidas, formas abiertas, contrastes lumínicos, etc. Imágenes de talla son las de Cortelazor, Higuera de la Sierra, Jabugo, Santa Olalla y El Villar. De vestir son la de Hinojos y la de Isla Cristina, de la que es Patrona.
La cofradía del Rosario de Jabugo fue erigida canónicamente por decreto de fray Baltasar de Quiñones, maestro general de la Orden de Predicadores, el 10 de abril de 1779. Pero no se llevó a efecto hasta el 15 de agosto de 1793, en que fray Antonio Sarmiento de Rendón, prior del convento de Aracena, con licencia del vicario general, dada en Sevilla el 24 de abril de 1793, procedió a su fundación con sermón en el que explicó los misterios del Rosario, las indulgencias y jubileos de dicha confraternidad, terminando con la procesión de la Virgen del Rosario. Se nombra por capilla, altar e imagen las que están en el colateral de la epístola del altar mayor y como fiesta principal el primer domingo de octubre.
VIRGEN DEL ROSARIO
Parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios. Cortelazor.
Escultura en madera policromada. Mide 1,19 m. de alto.
Obra del círculo de Benito de Hita y Castillo.
Hacia mediados del s. XVIII
La Virgen del Rosario de Cortelazor es venerada en su retablo, situado en el lado del evangelio del testero del arco toral, que abre a la capilla mayor[3]. Aparece sedente, apoyando los pies sobre una nube. Lleva al Niño, semidesnudo, sentado en su rodilla derecha sobre pañales blancos, que sostiene el santo rosario con ambas manos. La Virgen, de rasgos juveniles, viste traje jacinto, manto azul y toca listada. La composición, netamente barroca, destaca por el movimiento de paños, la variedad de planos y volúmenes, los amplios gubiazos cóncavos y la abigarrada policromía, elementos todos que realzan los efectos pictóricos y de claroscuros. Se atribuye a Benito de Hita y Castillo, o a un escultor de su entorno.
La cofradía de Ntra. Sra. del Rosario está documentada al menos desde 1685, en que se entabló un proceso criminal contra su mayordomo, Juan Fernández Fabián, por negarse a entregar los libros y cuentas al nuevo mayordomo[4]. En 1734 la confradía celebraba una memoria de misas en honor de su titular. En 1757 se labró el retablo de estípites, en cuya calle central se venera la citada imagen; en repisas laterales se encuentran San José y San Antonio de Padua, ambos con el Niño Jesús. En medallones figuran las armas de la familia Tovar[5]: es tradición que Alonso Miguel de Tovar donó a esta iglesia el cuadro de la Divina Pastora y el retablo de la Virgen del Rosario, como agradecimiento al pueblo por haber contribuido a alcanzar el título de pintor de cámara de Felipe V[6].
VIRGEN DEL ROSARIO
Parroquia de San Sebastián. Higuera de la Sierra
Escultura en madera policromada. Mide 1,43 m. de alto.
Obra del círculo de Benito de Hita y Castillo.
Hacia mediados del s. XVIII
Preside el brazo del transepto el retablo de la Virgen del Rosario, de mediados del siglo XVIII[7]. Fue costeado por el patronato fundado en 1674 por Alonso Martín Garzón, agregado a la Cofradía de las Benditas Ánimas[8]. En la hornacina central del retablo, preside la titular, la Virgen del Rosario. La Virgen se alza sobre una nube con tres querubines y media luna. Viste traje jacinto y manto azul, ricamente estofados. Con el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, que adopta la actitud de bendecir con la derecha, mientras sustenta con la izquierda el orbe abrazado con las bandas de la salvación. En la mano derecha, María porta el rosario, signo de su advocación. Luce traje jacinto y manto azul, ricamente estofados.
Al mediar el siglo XVIII, una vez finalizada la obra de la nueva parroquial en 1746, esta figura sustituyó a otra anterior, ejecutada por Amaro Vázquez en 1618[9]. Fue expuesta en el retablo del ala derecha del crucero, donado por Alonso Martín Garzón. En 1787, la nueva imagen de la Virgen del Rosario ya era venerada en dicho altar comulgatorio, donde hoy permanece, y aparece el inventario de 1886, el más antiguo de los conservados en el archivo parroquial.
VIRGEN DEL ROSARIO.
Parroquia de San Miguel Arcángel. Jabugo.
Escultura en madera policromada. Mide 1,30 ms. de alto.
Obra del círculo de Benito Hita del Castillo. Año 1757.
La Señora, dispuesta sobre una nube con querubín, sustenta al Hijo con su mano izquierda. La indumentaria de colores concepcionistas ricamente estofada, cincelada y decorada con motivos vegetales, resalta las nacaradas carnaciones. Exhibe corona, cetro, rosario y media luna de plata a los pies, datada en 1771[10]. Morfológica e iconográficamente remite a la Virgen del Rosario de Higuera de la Sierra, reseñada líneas atrás como obra del círculo de Hita del Castillo.
En el siglo XVII, la cofradía de Ntra. Sra. del Rosario era una de las tres que existía en la aldea de Jabugo. En 1646 dispone el visitador general que la parroquia haga una cruz de plata que sirva también a las hermandades del Rosario, Santísimo Sacramento y Vera Cruz. A tal efecto contribuyó la citada cofradía con 100 reales a la cruz que hizo el platero Felipe Guerra. La cofradía abre su libro de cuentas en 1656. Aunque desconocemos cómo era la imagen primitiva, sabemos que debía estar muy deteriorada en 1736, pues la junta de gobierno acuerda “componer el Santíssimo Christo y rostro de Nuestra Señora y niño por estar indecente”.
Obtenidas las licencias correspondientes, ajustaron la restauración “en quatro pesos escudos de ocho reales de plata” con “Alonso Sánchez, vecino de Santa Bárbara y Don Joseph de Miranda, vecino de la villa de Cortegana, doradores, que están dorando la moldura de Animas”. Al año siguiente, contando con caudal suficiente, emprendieron la labra de un nuevo retablo, que ajustaron con Lorenzo Pérez, maestro de escultoría, en 750 reales.
En 1757, el visitador encontraba que la antigua titular no era decente para el nuevo retablo. Por ello mandó que el mayordomo de la cofradía vendiese del trigo encamarado 40 fanegas o más, si hiciese falta, para que se comprara otra imagen. Mandato que se cumplió enseguida según aparece en el libro de cuentas de la cofradía. Miguel Sánchez Cid, mayordomo durante 1770 y 1771, donó a la actual imagen una media luna de plata. Como queda dicho, la cofradía del Rosario de Jabugo fue erigida canónicamente en 1779, llevándose a efecto en 1793.
En la actualidad recibe culto en el retablo del ala izquierda del crucero, ejecutado por Manuel Cerquera Becerra entre 1959 y 1960.
[1] ROMERO MENSAQUE, Carlos José, El Rosario de la Aurora y sus coplas. Tradición y religiosidad en Sevilla y su provincia, Sevilla, 2007.
[2] ROMERO MENSAQUE, Carlos José, Coord., El Rosario: historia, iconografía, cofradías y santidad en Andalucía, La Palma del Condado, 2024, pp. 209-220.
[3] GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel, Manuel Jesús CARRASCO TERRIZA, Escultura mariana onubense. Huelva, 1981, pp. 491-492.
[4] ADH, Justicia, caja 192. Sevilla, 1685, junio, 9.
[5] Arch. Parr. Cortelazor, Libro de Fábrica de 1732 a 1764. Auto de cuentas de 02-07-1757.
[6] Escultura mariana onubense, o.c. p. 492.
[7] Escultura mariana onubense, o.c., pp. 495-496.
[8] APHS, Inventario de 1886, fol. 7.
[9] CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús, “La Parroquia de San Sebastián, de Higuera de la Sierra”, en Actas XXII Jornadas de Patrimonio de la Comarca de la Sierra, Higuera de la Sierra (Huelva), Huelva, Diputación Provincial, 2009, pp. 39-80.
[10] Escultura mariana onubense, o.c., pp. 499-500.
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