Unas prioridades pastorales hechas por todos

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

El vicario general, José Manuel Ferrary, explica las prioridades pastorales para este curso y cómo vivirlas, siendo conscientes de que están hechas entre todos y «que el modo más adecuado para ponerlas en marcha serán el arciprestazgo y los distintos consejos existentes».

La recepción de la Exhortación Apostólica «Evangelii gaudium», profundizar en la renovación de la Pastoral Familiar, así como celebrar el Año Teresiano y el de la Vida Consagrada son las prioridades pastorales para este curso.

«Este año, sin tener una ruptura con el anterior, se van a trabajar como prioritarios tres pilares importantes en nuestra Iglesia de Málaga», explica el vicario general. «El primero de ellos es el estudio de la recepción de la Exhortación Apostólica del papa Francisco «Evangelii gaudium». Con el estudio y reflexión de la exhortación pontificia tendremos la oportunidad de experimentar, como siempre, cómo la palabra de Dios es fundamental en nuestra vida. Igualmente, y siguiendo las enseñanzas del Santo Padre, renovaremos nuestra vocación de ser evangelizadores en nuestro mundo «con el gozo de serlos» como nos dice la misma exhortación. Con esta prioridad pastoral haremos posible que sea un tema de estudio en toda la Diócesis de modo que, implicadas las parroquias y arciprestazgos, sirva de empuje para la conversión misionera que necesitamos constantemente en nuestro mundo.

La segunda prioridad será trabajar en la renovación de la Pastoral Familiar (esta prioridad ya se estuvo trabajando el año pasado); para ello trabajaremos en algo tan importante como es la preparación a la vida familiar y el magisterio eclesial sobre el matrimonio. Y por último, este año, con toda la Iglesia, se ha propuesto vivir un acontecimiento que es muy nuestro y tiene mucho que ver con nuestro país y nuestra Diócesis: el Año Teresiano. Este acontecimiento irá, a su vez, unido a una presencia muy especial de la Vida Consagrada», afirma D. José Ferrary.

«Estas prioridades se han elaborado con el trabajo de muchas personas: los arciprestazgos, el Consejo de Presbiterio, las reuniones de vicarios y arciprestes y el Consejo Pastoral Diocesano, que es una expresión de la realidad diocesana: laicos, religiosos y sacerdotes, parroquias y asociaciones. Por tanto las hemos hecho entre todos, y ese «todos» incluye a las parroquias. Por ello, en las parroquias, debe trabajarse desde la conciencia de que no es algo que se nos impone sino que es algo trabajado entre todos y el resultado de lo visto y trabajado en años anteriores. Al conocer y recibir las prioridades pastorales, siempre debemos tener en cuenta que las parroquias no son islas o entes independientes sino que, como diócesis, estamos unidos y vivimos en comunión siempre con nuestro obispo al frente. Tampoco hemos de olvidar que nuestras prioridades se encuentran en comunión con la Iglesia Universal».

Arciprestazgos y consejos

«Los vehículos más adecuados para ponerlas en marcha serán el arciprestazgo y los distintos consejosexistentes:elConsejo Pastoral Diocesano y el Consejo Pastoral Parroquial. Es fundamental el trabajo en los arciprestazgos, pero también es clave el trabajo en los diversos consejos parroquiales, por eso es importante que en nuestras parroquias tengamos estos consejos, no sólo constituidos, sino dinámicos y que funcionen. Incluso en los pueblos pequeños con pocos habitantes: también ahí debe haber un consejo, aunque sea pequeño. A veces, en estos lugares, basta con un grupo de personas que, junto al párroco, se preocupen de la marcha pastoral. Igualmente, aprovecho la ocasión para recordar que es obligatoria la constitución de los consejos de economía parroquiales, que son los encargados de todo el aspecto económico de las parroquias y de trabajar en comunión con la administración diocesana, siguiendo los criterios establecidos en la Diócesis a tal efecto, máxime ahora que estamos asumiendo unos nuevos criterios económicos que posibilitan una comunión muy especial en la Iglesia.

Animo a todos a trabajar estas prioridades con muchas ganas, con mucho ánimo y un espíritu eclesial positivo, sabiendo que si hacemos esto y entre todos arrimamos el hombro, sacaremos adelante el trabajo. Debemos romper con la tentación de pensar «que estamos agobiados y no damos para más», que tantas veces se escucha; si es verdad que estamos todos muy saturados de obligaciones, también lo es el hecho de que la gracia de Dios es mucho más grande que nuestros agobios y pobrezas y, con ello, somos muy afortunados».

Trascendencia y fraternidad

«Me gustaría decir, añade el vicario general, que este mundo tan complicado en el que estamos viviendo a nivel internacional con tantos sufrimientos y violencias a nuestro alrededor, y en esta España tan crispada y ante la creciente preocupación por la inseguridad laboral, la existencia de muchas personas con desempleo y la gran crisis social y económica, tendremos que intentar ser todos un poco menos materialistas y un poquito más trascendentes y fraternos en nuestros planteamientos: haymucho sufrimiento a nuestro alrededor.

La fraternidad que debemos vivir los creyentes con el hermano que sufre, tiene que estar por delante de muchas otras cosas, por lo que tenemos que ser personas que realmente hagamos un plus por compartir. Con nuestra colaboración con Cáritas, pero al mismo tiempo dando testimonio de nuestra vida de fe, con valentía, superando el desánimo, el miedo o frustración que a veces sentimos. Hay que poner medios que nos den una mayor seguridad y mayor fuerza para afrontar las dificultades. Por eso animo, de un modo muy especial, a que asumamos la Exhortación «Evangelii gaudium», la llevemos a la oración y seamos personas en las que la oración sea siempre un pilar fundamental y prioritario en la vida. Y, aunque soy positivo en la apreciación de nuestra Diócesis y sobre el cómo vamos caminando, creo que, no obstante, podemos mejorar, por ello quisiera añadir que, además, tenemos que preocuparnos más de nuestra formación.

El ser humano vive hoy en un mundo en el que se dicen muchas cosas y muchas verdades a medias. Debemos tener un mayor conocimiento de las verdades de nuestra fe, y de la doctrina y magisterio de la Iglesia. Me gustaría hacer un llamamiento a todos los fieles para que se matriculen en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas o en la Escuela Teológica, también a que se propongan medios de formación en las parroquias. Es importante estar bien formados, siempre con un espíritu abierto a la gracia de Dios. Es muy importante, como coloquialmente se dice, que veamos siempre «el vaso medio lleno y no medio vacío» y que seamos un poquito menos críticos y, en cambio, siempre más constructivos con nuestros comentarios y encuentros con el hermano, tanto en las parroquias como en nuestra Diócesis, y busquemos tiempo para comprometernos en el trabajo pastoral de nuestras parroquias con generosidad y espíritu de servicio. Por último, le pediría a todos los diocesanos que quieran mucho a sus curas y siempre les ayuden».

Descarga aquí las Prioridades Pastorales para el curso 2014-2015

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