Con este encuentro con los sacerdotes y la presentación de la Carta Pastoral “Diócesis de Guadix: con San Torcuato, esperanza que no defrauda”, ha dado comienzo en nuevo curso pastoral 2024-25 en la diócesis de Guadix
Comenzó el nuevo curso pastoral en la diócesis de Guadix. Y lo ha hecho con una jornada para el clero en la que el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, presentó su Carta Pastoral para 2024, en la que se ofrecen las líneas y acciones pastorales para el curso 2024-25, que son muchas. Esta jornada de inicio de curso tuvo lugar el miércoles 25 de septiembre, en el Centro Diocesano de Espiritualidad.
Se inició la jornada en la capilla, con el rezo de la hora intermedia y una meditación del obispo animando a sostener “la calidad pastoral y toda la actividad del sacerdote en la vida espiritual”. Después, ya en el salón de reuniones, el obispo presentó a los cinco nuevos sacerdotes que se incorporan este año a la diócesis y que provienen de diferentes países: dos de Nicaragua, uno de Argentina, otro de Venezuela y otro que viene de América, aunque es oriundo de Linares (Jaén).
Antes de comenzar con la presentación de la programación para el nuevo curso, los sacerdotes Pablo Antonio y Gerardo José, ambos de Nicaragua, relataron todo lo sufrido hasta que fueron deportados del país por el gobierno de Daniel Ortega. Fueron secuestrados, torturados, encarcelados y temieron por sus vidas. Finalmente, por mediación de los gobiernos de Colombia, Brasil y Venezuela, fueron exiliados junto a otros sacerdotes y obispos. Tras un tiempo acogidos en el Vaticano, estos dos sacerdotes se han incorporado a la diócesis de Guadix, en espera de que las condiciones políticas en su país, de falta de libertad y de persecución religiosa, cambien y puedan volver a su tierra. Los dos sacerdotes nicaragüenses se han incorporado a las parroquias de San Juan y del Sagrario, de Baza.
Después, Mons. Orozco presentó su Carta Pastoral para el inicio de curso, que ha titulado “Diócesis de Guadix: con San Torcuato, esperanza que no defrauda”. En ella, a lo largo de 15 puntos, relata las acciones pastorales más significativas para realizar en este curso 2024-25.
Comienza su carta relatando cómo, justo en el inicio de curso se termina el Año Jubilar de la Virgen de las Angustias, con todo lo que esto ha significado y debe significar para la devoción mariana, tan presente en nuestra diócesis. También recuerda que estamos en tiempo de pos-misión diocesana y que seguirá habiendo acciones que ayuden a su desarrollo. Ya ha habido unas jornadas de formación y se anuncian otras con la Eucaristía como centro.
Junto al resto de la Iglesia, el obispo recuerda que seguimos trabajando en el sínodo de la sinodalidad, desde “la comunión, la participación y la misión”. También junto a la Iglesia española, el Primer Anuncio estará muy presente en la pastoral diocesana: la misión y la pos-misión forman parte de ese impulso en clave de Primer Anuncio, como “Pueblo de Dios en salida”. También comentó que el Año Jubilar de la Esperanza, convocado por el papa Francisco para 2025, estará presente en la realidad diocesana, para hacer ver a todos que “la esperanza no defrauda”, como dice el papa en la convocatoria de este Año Jubilar.
Mucho hincapié hizo el obispo en el Congreso de Pastoral Vocacional que se va a celebrar en España, en el mes de febrero. La necesidad de una pastoral vocacional fuerte y activa se hace necesaria en la Iglesia, dijo, también en nuestra diócesis. Esa pastoral vocacional diocesana va dando ya sus frutos, como son los 9 seminaristas que hay en el Seminario Mayor y los 19 jóvenes que participan en el Seminario en Familia. Esta realidad, pone de manifiesto, como dice el obispo en su Carta Pastoral, que “Dios no nos abandona nunca”.
También hace referencia el obispo a la necesidad de cuidar el presbiterio diocesano, en especial a los sacerdotes mayores y enfermos. En este sentido, comentó que, en este curso, quiere comenzar encuentros con cada uno de los sacerdotes de la diócesis.
Además, se recuerdan en la Carta cuáles son las líneas pastorales prioritarias para este curso. En continuidad con el año anterior, los laicos, la familia y la vida, y los jóvenes ocuparán un lugar prioritario en la pastoral diocesana, junto a la pastoral vocacional. También es prioritaria la labor de Cáritas en la diócesis de Guadix, que ha cumplido 60 años en nuestra tierra, con el formato como la conocemos en la actualidad.
Termina el obispo comentando que en este curso iniciará una nueva Visita Pastoral, que va a comenzar en los anejos donde, en su primera Visita Pastoral, no pudo celebrar la Eucaristía. También, realizará esa visita a las delegaciones y secretariados diocesanos.
Y, al final de su carta Pastoral hace referencia el obispo a la Catedral y a San Torcuato, Patrón de la diócesis. Anima a todos a peregrinar a Face Retama, que se está recuperando en su patrimonio y que se quiere revitalizar espiritualmente. También anima a peregrinar a la Catedral, como iglesia madre que es.
Ya en la conclusión, el obispo invita a caminar “este curso pastoral 2024-25 con la seguridad de que el Señor nunca abandona a su pueblo. Todos somos enviados con la alegría de vivir la belleza de nuestra fe en el mundo y construyendo en comunión la Iglesia. Sintamos orgullo de nuestra Iglesia diocesana, de nuestras instituciones, sacerdotes, consagrados, asociaciones de fieles, Hermandades y Cofradías, de nuestro Patrimonio, de ser Hijos de Dios. Sintamos la llamada personal del Señor, que nos llama con nuestro nombre, a ser los evangelizadores de este momento histórico tan apasionante”.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix