Este miércoles, 25 de septiembre de 2024, se inauguraba el curso universitario. Antes del acto académico, en el Paraninfo de la UJA, los miembros de la Pastoral Universitaria, acompañados de algunos decanos y profesores, han querido poner a Cristo Eucaristía en el centro de sus vidas, y de su mano, arrancar el nuevo año académico.
El Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez, ha presidido la celebración, que ha estado concelebrada por el Provicario Gral. y director del Instituto Teológico, San Eufrasio, D. José Antonio Sánchez Ortiz, así como por el delegado de la Pastoral Universitaria y también profesor en la Universidad de Jaén, D. Juan Pedro Moya Haro.
Junto con miembros del claustro de profesores, y en representación del rector han acudido la Vice Estudiantes y Empleabilidad; Dª Mª Teresa Pérez Giménez; Dª Marta Torres Ramírez, Vicerrectora de Cultura y D. Juan de Dios Carazo Álvarez, Vicerrector de Universidad Sostenible y Saludable.
Los jóvenes de la Pastoral Universitaria han organizado la celebración y los cantos, han participado de las lecturas, leído la oración de los fieles y presentado ante el altar algunas de las ofrendas.
Homilía
El Pastor diocesano ha iniciado sus palabras evocando al Espíritu Santo para que colme de la presencia amorosa de Dios todo el curso. “Nos reunimos en esta Eucaristía para pedir la bendición de Dios al inicio de un nuevo curso académico en nuestra Universidad de Jaén. Y lo hacemos como comunidad universitaria, invocando al Espíritu Santo, conscientes de la necesidad de su luz y su guía en nuestro caminar. Iniciar un nuevo curso es como comenzar una nueva etapa de construcción. Es un tiempo de expectativas, de nuevos desafíos y, sobre todo, de crecimiento. Así como un edificio necesita de buenos planos y una base sólida, también vuestra vida académica y personal necesita estar bien cimentada en la sabiduría que proviene de Dios”.
A continuación, ha querido recordar la presencia de los cristianos en el ámbito universitario: “Nuestra misión, como comunidad universitaria, es hacer que el Evangelio dialogue con el pensamiento contemporáneo, con la ciencia, con el arte y con las preocupaciones humanas más profundas”.
Del mismo modo, Monseñor Chico Martínez, ha resaltado el sello de la fe en el campus universitario, que se puede vivir a través de tres verbos: acoger-pensar-vivir. En este sentido, Don Sebastián ha animado a los presentes a “Acoger la fe en plenitud, con un corazón abierto y dispuesto. No podemos quedarnos a medias, sino que debemos dejar que la fe penetre en todas las áreas de nuestra vida. Piensen la fe en su totalidad: En el contexto universitario, es necesario pensar la fe, reflexionarla y profundizar en ella y vivir la fe con fidelidad, vivirse con coherencia en nuestro día a día”. Para concluir su reflexión con una llamada a la acción: “Como universitarios, profesores y miembros del personal, estamos llamados a ser testigos de la fe en nuestras aulas, en los pasillos y en nuestras actividades diarias. Que nuestra vida sea un reflejo de los valores del Evangelio, en cómo tratamos a los demás, en cómo asumimos nuestros compromisos y en cómo buscamos la justicia”.
Profesores y alumnos han llevado hasta el altar, junto con el Pan y el Vino, algunas ofrendas significativas para ellos. Una mochila y un rosario: para que la llenes de alegría, voluntad de servicio y entrega generosa con los demás. y, para que no nos olvidemos nunca de la importancia que tiene la oración, y que a través de tu intercesión, podamos afrontar todo lo que nos venga por delante. Unas camisetas, así como una cruz y una imagen de la Virgen, como símbolo de la cruz que muchos jóvenes llevan a diario en su espalda, para que sepan encontrar en Ti el apoyo necesario. Junto con ella, te presentamos esta imagen de la Virgen María, madre de todos los universitarios y profesores, para que siempre sea nuestra guía en el camino de la fe.
Después de la comunión, una universitaria ha querido dar las gracias al Señor por su presencia viva en la Eucaristía, a la vez que pedía su intercesión por el nuevo curso, con estas palabras.
Señor, en este momento en el que te hemos recibido en nuestro corazón, te queremos dar las gracias por concedernos la oportunidad de vivir un nuevo curso lleno de experiencias por descubrir. Gracias por el privilegio de poder formarnos como alumnos, tanto en lo académico como en lo personal, para labrar así un futuro. Gracias por nuestros profesores, cuya vocación de vida es darse por y para nosotros, dando lo mejor de sí mismos por medio de la enseñanza, siendo nuestro apoyo para lograr nuestras metas. Gracias por todos los que hacen posible que año tras año, la Universidad abra sus puertas para cumplir su misión; y gracias por la Fe en TÍ Señor, una Fe compartida entre tantos jóvenes por medio de la Pastoral Universitaria, una Fe que nos permite cargar con nuestra Cruz cuando el curso o la época de exámenes se nos pone cuesta arriba, cuando nos agobiamos y no vemos salida, cuando creemos que no podemos con todo a lo que tenemos que hacer frente.
Es un regalo tenerte de compañero de vida Señor, saber que en cualquier momento podemos acudir a Ti para descansar y reconectar, ser un pilar donde apoyarnos y confiar. Sabemos que la alegría es misionera, y somos conscientes de cómo se contagia esa felicidad entre los jóvenes universitarios que estamos llenos de ti, esa felicidad cuando conoces a un compañero nuevo de clase, cuando compartes la buena noticia de un aprobado, o cuando consigues entender la materia que parecía imposible; y todo ello gracias a tu voluntad e intercesión.
Para finalizar y antes de la foto de familia, el Obispo de Jaén ha impartido su bendición a la vez que ha animado a alumnos, docentes y trabajadores de la Universidad de Jaén a ser luz y sal, también, en el ámbito universitario.
Galería fotográfica: «Eucaristía inicio de curso universitario»
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