La Fraternidad Laical de Santo Domingo de Valencia ayuda a profundizar en el Evangelio de hoy, Lc 7, 35-50.
Este pasaje es una poderosa enseñanza sobre la gracia de Dios, que está disponible para todos, y sobre la importancia de un corazón arrepentido y amoroso frente a una actitud de juicio y autojustificación.
El amor y el perdón lo vemos sobre todo en la mujer pecadora que muestra que el reconocimiento de los propios pecados y la fe en Jesús conducen al perdón y a una transformación radical del corazón.
La hipocresía religiosa nos la presenta Simón el fariseo con su actitud de juzgar y despreciar a los demás sin reconocer la propia necesidad de perdón.
“La fe salva” es el principal mensaje de Jesús que enfatiza que es la fe de la mujer, y no sus obras, lo que le ha otorgado el perdón y la salvación.
Dios está con los más débiles, con los más pecadores, con los que más fallan, son sus “preferidos”, frente al fariseísmo imperante hoy en día, que piensa que cuanto más se cumpla, cuanto más se obedezca, cuanto más se sigan las reglas, más favor se va a obtener de Dios.
Todas las lecturas de hoy se resumen en que hay que mantener una actitud cristiana humilde y poner toda nuestra esperanza y nuestra fe en Dios, que es quien puede transformar nuestro interior. No podemos hacer nada sin Él.
¿Nos mantenemos firmes en el mensaje de Cristo a pesar de las dificultades y las tentaciones diarias?
¿Qué prevalece en nosotros, el amor o el juicio hacia uno mismo y hacia los demás?
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Valencia