ATMOS reconoció la labor de la Hermandad de la Exaltación en el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos
La Asociación de personas trasplantadas de médula ósea y enfermedades de la sangre (ATMOS) concedió el pasado mes de junio un reconocimiento a la Hermandad de la Exaltación agradeciendo su colaboración y difusión en las donaciones de sangre y médula ósea.
Lo hizo en torno al Día Nacional del Donante de Órganos y Tejido, cuando el Hospital Virgen Universitario Virgen del Rocío celebra una serie de actos para concienciar sobre este tema.
La celebración de este día fue instituida en el año 1979 por la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón para homenajear a los donantes y sus familiares.
El origen de la vinculación de la Hermandad de la Exaltación con las asociaciones de donantes comenzó hace diez años por parte de su Grupo Joven. “Fueron ellos quienes impulsaron esta iniciativa debido al fallecimiento de su hermana Sonia de los Ángeles Gallardo Martín, quien luchó contra la leucemia hasta su triste fallecimiento en el año 2014”, explican fuentes de la corporación.
Desde entonces, la Hermandad de la Exaltación ha hecho suya la causa y ofrece su ayuda colaborando con entidades como ATMOS y la Fundación Josep Carreras. Además, se promueven campañas de donación de sangre y charlas sobre la importancia de las donaciones.
El reconocimiento hecho ahora por ATMOS “refuerza también una meta en la que lleva trabajando la hermandad desde hace unos meses: el patronazgo, con carácter canónico, de Nuestra Señora de las Lágrimas de los enfermos y donantes de médula ósea. La hermandad presentó el expediente en la Archidiócesis para que sea elevado a Roma hace unos meses y está a la espera de su respuesta”, añaden.
Lágrimas de vida en las hermandades
Además de la Exaltación, otras muchas corporaciones de la Archidiócesis hispalense colaboran con distintas entidades apoyando e incentivando la donación de órganos. Gran parte de ellas portando en sus pasos de palio cirios dedicados a los donantes.
La iniciativa surgió en 2008, cuando el autor del Cartel de Semana Santa, Emilio Díaz Cantelar, incluyó en su obra un detalle del paso de palio de la Amargura, en el que aparecía un cirio votivo con una leyenda en la que hacía referencia al donante de órganos que salvó la vida de su esposa, trasplantada de hígado y de riñón.
Del cartel surgió la idea de introducir en los pasos de la Semana Santa un cirio dedicado a los donantes de órganos. Se fraguó en una reunión de tres personas: Manuel Román, entonces presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla; el doctor José Pérez Bernal, por entonces coordinador de Trasplantes de Sevilla y Huelva, y el autor del cartel.
Ese mismo año se fundió en el paso de la Amargura, al año siguiente en el de la Virgen de la Estrella, en la Esperanza de Triana, la Virgen de los Ángeles… Una Estrella para la Vida, Esperanza para la Vida, Ángeles para la Vida, Consuelo y Vida o Lágrimas de Vida. Estos son algunos de los mensajes que, desde entonces, portan los cirios en los pasos de palio, este último sacado del libro escrito por una madre de donante, Susana Herrera.
Cada fundido de un cirio en una hermandad va precedido de una campaña de concienciación. Y siempre han entregado los cirios familiares de donantes de órganos, donantes vivos y personas trasplantadas relacionadas con la hermandad. Amor al prójimo, valores cristianos y, sobre todo, esperanza para los enfermos que siguen esperanzo una donación. Estas son las claves de un proyecto ya consolidado que saca la mejor versión de las corporaciones cofrades. Pero, como suelen repetir desde la Coordinadora de Trasplantes, “aún queda mucho por hacer”.
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