Ocho días después de la celebración del Corpus Christi, varias parroquias y hermandades de la Diócesis han dedicado este fin de semana a la Octava del Corpus procesionado al Santísimo Sacramento.
La Parroquia de Santa Cruz (Catedral Vieja) y de la Merced organizaron conjuntamente la procesión Eucarística acompañado por los Santos Patronos. También se celebró el tradicional Corpus Chiquito con el Vicario General de la Diócesis presidiendo el acto en San Francisco. La custodia recorrió las calles céntricas de la ciudad acompañada de varias imágenes en el cortejo, para concluir dos horas más tarde con la bendición en la Plaza de San Antonio.
En el arciprestazgo de Puerto Real también se celebró la festividad del Corpus donde el Santísimo Sacramento salía de la Iglesia Prioral de San Sebastián a recorrer las calles y acompañado además, de la Patrona de la Villa, la Virgen de Lourdes.
Aunque la fiesta litúrgica del Corpus fue el domingo 2 de junio, con el Pontifical celebrado en la S.A.I. Catedral de Cádiz, durante la semana posterior, se ha celebrado la Octava del Corpus que culminaba ayer con otra Misa solemne presidida por Mons. Rafael Zornoza y una procesión claustral en la Catedral con la custodia de Ana de Viya.
En la ceremonia de la Octava el obispo diocesano en su homilía, predicaba a los fieles que «El señor ha dado la vuelta de tal forma a la situación de la vida, que unidos a Él podemos ser con Él factores de redención, para empezar a aceptar la redención en nosotros mismos. Ese sufrimiento nos purifica, si somos capaces de pedir perdón. Jesús al final, recuperando aquella mirada que le busca, aprovecha para decir que estos que le siguen son hijos de Dios, que buscan hacer su voluntad, estos son de verdad, la familia de Cristo es decir, nosotros».
«Esto nos da ánimo para decir que la misericordia del Señor llena la tierra. Pidámosle a Dios, que alimentados por la Eucaristía que hemos venerado tan solemnemente el domingo pasado celebrando el Corpus y que hoy también acompañaremos en esta procesión como signo de Acción de Gracias, que encontremos siempre el refugio en el Corazón de Cristo».
El Corpus se trata de una ocasión festiva para adorar al Santísimo Sacramento; con la belleza de la música y los cantos, con las flores, el aroma del incienso, las luces y las hermosas formas del arte. Todo el amor y la devoción con que se preparan las procesiones nos parecen insuficientes para manifestar la gratitud que le debemos a Dios. Han sido unos días fervorosos en la Diócesis de Cádiz y Ceuta, en este año tan dedicado a la Eucaristía.