El pasado fin de semana se celebró, en la Casa de Espiritualidad “Beato Manuel Medina Olmos” de Guadix, el tercer Encuentro “cuatro40” que se organiza en nuestra Diócesis.
En los últimos tiempos estamos oyendo, cada vez más: “Mira, hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5) y “Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?” (Is 43,18). Estas palabras, si no van acompañadas de los hechos, se quedarían en pura palabrería, pero en los Encuentros cuatro40 son Palabra viva.
El viernes día 12, se trasladaron a Guadix 24 miembros de las comunidades parroquiales de S. Félix de Valois y Cristo Rey de Jaén, y de las de Bailén, donde eran esperados por el Equipo diocesano de cuatro40 conformado para la ocasión por 25 personas (pertenecientes a las comunidades parroquiales de Cristo Rey y S. Félix de Valois de Jaén, de Bailén, y de la Inmaculada de Arroyo del Ojanco), destacando la presencia de los párrocos de S. Félix de Valois y Cristo Rey, así como Javier Ramos, responsable general del proyecto cuatro40.
“Mira, hago nuevas todas las cosas”. La novedad de estos Encuentros, que se van viviendo minuto a minuto, sin que los participantes tengan conocimiento del desarrollo ni de la temporalidad de este, ocasiona que todo fluya dentro de la novedad, de la inquietud de no saber que te espera a continuación, y es que es Jesús quién toma la iniciativa para venir a nuestro encuentro, sólo hace falta tener el corazón abierto para abrirle la puerta cuando Él llame. No hay un momento propio para encontrarse con Jesús, sino que los participantes se van encontrando con Él conforme avanza el fin de semana.
“Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?”, pues sí que se va notando. Se nota en el rostro, en la sonrisa, en la apertura del corazón al hermano al que cuando comenzó el Encuentro no conocías, en los gestos, en la actitud festiva y alegre. Sí, decididamente se va notando, y lo van notando los participantes y el equipo, porque el encuentro con el Señor hace que algo brote en nuestro interior.
No olvidemos que estos Encuentros cuatro40, destinados a los que precisan un Primer Anuncio, a los que viven tibiamente su fe o a aquellos que necesitan, simplemente, reencontrarse con Jesús (los encuentros con el Señor nunca han de dejar de producirse), se incluyen dentro del proceso de discipulado que la Acción Católica General está ofreciendo a la Iglesia española, un proceso que nos lleve, sin ninguna duda, a la inserción parroquial, a la transformación parroquial, por eso, ahora comenzarán los siete posteriores encuentros con los que finalizan cada cuatro40. En esta ocasión se realizarán en la comunidad parroquial de S. Félix de Valois para los participantes de Jaén, y en la comunidad parroquial de La Encarnación para los participantes de Bailén.
Debemos resaltar que por primera vez el equipo ha estado formado sólo por miembros de nuestra Diócesis, y entre ellos seis de los participantes del segundo encuentro, celebrado el pasado mes de octubre, deseosos de sumarse a este proyecto sirviendo como instrumentos para que otras personas tengan la oportunidad de vivir lo que ellos ya han vivido, porque la alegría que conlleva el encuentro con Jesús, nuestro Señor, no se puede callar.
¡Qué generoso ha estado el Espíritu! empapando con su presencia a los participantes, pero es que también ha empapado a cada miembro del equipo diocesano, pues nos sentimos privilegiados con su gracia en cada encuentro con nuestros hermanos.
El proyecto cuatro40 es, cada vez más, una realidad en nuestra Iglesia. Entre el segundo encuentro celebrado en nuestra Diócesis y el tercero que acabamos de finalizar, se han celebrado el primer encuentro en las diócesis de Cartagena, Santander y Segorbe-Castellón, asistiendo al de Cartagena y Segorbe-Castellón miembros de nuestro equipo diocesano que forman parte del equipo nacional.
Y como novedad, se está trabajando ya en el proyecto de un cuatro40 para jóvenes, proyecto en el que, no podía ser de otro modo, está participando una joven asociada de nuestra Diócesis.
El encuentro ha sido renovador para las comunidades parroquiales, sentir a Cristo Resucitado, cuyo amor se ha derramado en nuestras vidas, nos lleva a sentirnos Evangelizadores, a ser llamados a la misión, pues ¡el mundo nos espera!
El Espíritu Santo sopló con fuerza durante el fin de semana en Guadix.
Pepe Ibáñez Muñoz
Miembro del Equipo nacional de cuatro40
Presidente de ACG Jaén
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