El arzobispo de Tánger, Mons. Santiago Agrelo, clausuró el ciclo de reflexiones pascuales «Vivir la alegría del Evangelio», con la ponencia Retos y Desafíos Pastorales de la Exhortación La Alegría del Evangelio del Papa Francisco.
En la tarde del 4 de junio el arzobispo de Tánger, Mons. Santiago Agrelo, puso el punto y final al ciclo de reflexiones pascuales organizadas por el arciprestazgo de Cádiz Intramuros y la Fundación Centro Tierra de Todos, con la conferencia Retos y Desafíos Pastorales de la Exhortación La Alegría del Evangelio del Papa Francisco.
El encargado de presentar el acto fue el sacerdote diocesano, Francisco Correro, quien definió al ponente como «un hombre apasionado por todo lo que hace, pero sobre todo por Jesús, su Iglesia y por el anuncio de su Palabra».
Mons. Agrelo comenzó disertando sobre el significado de la palabra «desafío», la cual implica «resistencia, un obstáculo que no es insuperable, que podemos afrontar si ponemos pasión y esfuerzo».
El arzobispo de Tánger aseguró que hay que mirar la realidad con ojos de fe. «Cada uno de nosotros tenemos una mirada de la realidad y aquí lo que nos interesa es una mirada de fe; mirar a la realidad con los ojos y el corazón de Jesús de Nazaret. La Iglesia debe mantener una actitud de vigilar los signos de los tiempos en su intento de evangelizar».
Para explicar este lenguaje D. Santiago Agrelo se sirvió de las páginas del Evangelio basándose en tres puntos:
El primero, «hacernos con la mirada de Cristo sobre nosotros». Para ello, el ponente dijo que «las comunidades eclesiales deben recuperar los ojos de Jesús para mirar al mundo. En la Iglesia todavía somos muchos los que no sabemos de qué espíritu somos».
En cuanto al segundo aspecto, «esa mirada se alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo». «Estoy cansado de que desde la Iglesia no analicemos la realidad a la luz del Espíritu Santo, sino a la luz de nuestros ideales», afirmó el arzobispo de Tánger. En este sentido manifestó que «la Iglesia debe asumir las responsabilidades que se nos imponen desde el Evangelio. Si queremos parecernos a Jesús y continuar su misión debemos hacernos discípulos del Espíritu de Jesús».
Como tercer punto, «leer la voluntad de Dios en la vida de los pobres». Para Mons. Agrelo esto debe ser «reconocer en el enfermo, en el pecador, en el pobre un lugar teológico en el que nos encontremos con su santa voluntad».
Así, todos estos puntos, según D. Santiago, «son aspectos fundamentales para hacer un discernimiento y evitar en el ámbito eclesial escándalos que aparten a la gente de la fe».
Por último, el arzobispo de Tánger apuntó una serie de desafíos del mundo actual, que plantea el Papa Francisco y que si no cumplimos, dijo, «se corre el riesgo de llegar a una deshumanización y cerrar caminos a la evangelización»: compromiso con los pobres; desafío del abrazo en contraposición a la exclusión, acoger al otro; y el desafío de la solidaridad.
El ciclo «Vivir la Alegría del Evangelio» se ha venido desarrollando desde el pasado 15 de mayo y ha contado también con la participación del sacerdote y asesor del Secretariado Diocesano de Catequesis, Antonio Alcedo, y del párroco de Nuestra Señora de Lourdes de Cádiz, Juan Antonio Martín Baro.
