El Obispo de Córdoba presidió la eucaristía por el 50 aniversario de la parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno, el 21 de mayo.
Un centenar de fieles, y una quincena de sacerdotes -entre ellos el párroco, Manuel González; el arcipreste de Ciudad Jardín, Tomás Pajuelo; así como los distintos sacerdotes vinculados a esta parroquia y varios miembros del Cabildo catedral- asistieron el 22 de mayo, a la celebración gozosa del 50 Aniversario de la consagración y dedicación del templo parroquial de la Inmaculada y San Alberto Magno.
La ceremonia presidida por el Obispo de Córdoba, don Demetrio Fernández fue el broche de oro a las distintas actividades que se han llevado a cabo en la parroquia para conmemorar estas bodas de oro.
Asimismo, en la celebración se pudo palpar la vida parroquial conformada por los distintos grupos que llevan a cabo cada día la acción pastoral de la misma (grupos de liturgia, ecumenismo, coro parroquial, scouts católicos etc).
A modo de historia
La parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno, situada en el barrio de Ciudad Jardín de Córdoba, es un templo bendecido en el transcurso del Concilio Vaticano II, cuya erección se debió a un decreto de Fray Albino firmado en 1954. Fue bendecido el 21 de mayo de 1964 y actualmente, es una de las parroquias que mayor número de fieles acoge, ya que atiende a una población de unas diez mil personas. Además, una de las apuestas principales de esta parroquia ha sido la formación de sus feligreses en la fe, gracias a la implantación del Centro Bíblico y el Centro Ecuménico «Testamentum Domini».